Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

jueves, 31 de enero de 2019

El libro de la vida


Quizás el libro “Cómo hacer amigos e influir sobre las personas” de Dale, Dona y Dorothy Carnegie, sea el libro más útil que he leído, más que el "El efecto compuesto", que “¿Quién controla el futuro?” o aquel fantástico “La nueva educación”.

Por hacer una sugerencia, molaría que en próximas ediciones le pusieran una tira en la portada con un slogan como “más que para influir o hacer amigos este libro sirve para SER persona”. El título original es excelente para la cultura anterior (la actual), pero para mí ya desfasada de buscar un redito en los demás.

Me encantaría ser multimillonario para regalar este libro a todos los recién nacidos. 

Es tan bueno, que me he negado a leérmelo en una semana, saltándome mi regla, porque los cientos de ejemplos de ilustres personas son un bocado gourmet para quien nos apasiona conectar personas.

La edición de mi ejemplar, de nuevo me asaltó en el mercadillo de Fuengirola, la cual, es de 1992, siendo la enésima reimpresión de la edición revisada en 1986, por su hija Dorothy, y muchos profes y alumnos que ya consideraban desfasados algunos ejemplos que no eran ni comprensibles ni admisibles en una sociedad en evolución), con lo que se cargaron un tercio de la obra original escrita hace ya 82 largos años. 

Soy el primero en revindicar el respeto a las minorías, a la igualdad de género, de sexo, a la equidad de talento con talante, e incluso a la misma oportunidad de vida de todos los seres, ya sean humanos, animales, vegetales (que también sufren) o a las energías que dejaron su parte material y están en tránsito. Por lo que voy a dejar que una versión original me encuentre, para ver si El Quijote yanqui soporta el cambio sin un tercio de su ser. ¿Si eres cristiano aprenderías de una revisión de La Biblia? 

Puedes no estar de acuerdo conmigo, pero si relees la dedicatoria que le puso una persona que le regalo este libro a un gran amigo suyo, lo comprenderás. 

martes, 29 de enero de 2019

Momentum


¿Conoces @y_uribe? Ha pasado en menos de seis meses de tener en la cotizada Instagram un millar de seguidores a 20.000!!!., Además, desde hace un año ha pasado de ser un emprendedor compulsivo, a empresario, generador de negocio coherente con su ser,  expandiéndolo por la península y creando puestos de trabajo para sus colaboradores.  

Aparte de su eterna sonrisa, ¿Cuál es su secreto?  Como él mismo me dijo cuándo le pedí un libro valiente, el libro “El efecto Compuesto” de Darren Hardy le había empezado a cambiar la vida, y a día de hoy te digo que tanto Yago como el que escribe, estamos empezando sendos Momentums en lo personal y sobre todo en lo laboral. 

Darren como antiguo editor de la revista de negocios Success, lo llama Mo para acercarlo, y lo describe como aquel columpio en forma de plancha redonda metálica horizontal con un cilindro en el centro, al cual te subía con los amigos y poco a poco daba vueltas a toda velocidad. Pues bien, al principio, al empezar a empujar, costaba un riñón mover aquello, y no digamos si algún amigo se había sentado antes, con lo que alcanzar una mínima velocidad era un suplicio. Con lo que demasiadas veces desistías. Pero las veces que no desistías y a pesar del esfuerzo aquello iba poco a poco girando sobre si, llegaba un momento, que bastaba con sentarse y acompañar la velocidad con un suave empujón de pierna a modo de palanca, para que aquello diera decenas de vueltas y darnos la sensación de volar. 

Es decir, tan solo, cuando te permites darte lo que te mereces, (con humildad. actitud, valentía y esfuerzo), el universo* te lo da, en forma de ayuda de otras personas que ya están sentadas y te hacen palanca para que te sientes y vueles con ellos, aportando tu valor a los demás de forma coherente con tu ser. Como escribe Darren el éxito llama al éxito.

La clave es la actitud positiva para auto generarte un hábito que, tras solo 21 días seguidos, puedas ver los primeros indicios de resultados, y tras 31 meses, seas consciente de ser la persona que recordabas al nacer, no la que te decían que tenías que ser. 

Mucho tiempo quizás para la mentira del cortoplacismo a la que aceptamos jugar. Por ello, te recomiendo que te leas “El efecto compuesto” porque ni la mayor montaña de egos mal entendidos pueden enterrar una ayuda tan práctica. Y te lo digo como procastinador de tomo y lomo que estoy dejando de ser. Porque lo importante es este momento del que eres plenamente consciente. 

*Sobre el universo, recuerda la afirmación del Brian Cox (el Punset inglés), “la vida es el universo hecho consciente”.


viernes, 25 de enero de 2019

El efecto compuesto


La imagen que encabeza este texto es al amanecer en el bus, camino de Málaga, por delante 6 horas de ver pelis, series, la tele, audiolibros, o recargar tu móvil, gracias a la pantalla que tienes delante, o leer tranquilamente. Por 17 €. El debate se crea cuando te planteas ir en bla bla car, casi igual de precio, pero tienes que ir relacionándote, y tarda una hora menos, o el AVE, con el que llegas en menos de la mitad del tiempo, pero cuesta como mínimo 80 € de un día para otro, y si tienes billete, que muchas veces están los trenes completos. 

Es decir, con lo mismo que cuesta un billete de AVE ida y vuelta Madrid Málaga, he podido esta semana, volver de Donosti en Bla Bla Car, ir y volver a Cuenca en AVE y viajar a Manzanares (Ciudad Real) en bus (volviendo a los madriles en Talgo) y por último pagar el ida y vuelta de Madrid a Málaga en bus. 

Ahorrar en pequeñas decisiones anterior es la primera práctica que he puesto en marcha tras leer el libro "El efecto compuesto"de Darren Hardy. Donde plantea que el éxito de su vida es tomar pequeñas decisiones diarias, ser constante, y no rendirse, aunque haya pequeños bajones, y sobre todo ponértelo fácil, para que no sea las intenciones de año nuevo, el enésimo saboreamiento que te haces.

El dinero, no da la felicidad, pero ayuda, y aprender a no malgastarlo en tonterías es importante, el problema es que nos han educado para lo contrario, para tener incontinencia financiera y comprar cosas inútiles que no nos hacen sentirnos mejor, con lo que seguiremos cada vez más hipotecados, y tendremos menos capacidad de decisión propia.

Ahora, en plena cuesta de enero, te das cuenta que te has gastado una pasta en pseudo regalos, sin darte cuenta que el regalo más importante es elegir cómo y con quién quieres disfrutar del tiempo en esta vida actual, empezando por ti. 

La segunda práctica que he aprendido, es el momentum, de la cual te hablaré la semana que viene. Porque este libro, le cambio la vida a un amigo que admiro, y va camino de cambiar la mía. 



miércoles, 23 de enero de 2019

Evolución, ¿con R o con D?




El cerebro humano está hecho para sobrevivir, y cuánto menos cambios haya a su alrededor mejor. El fuego debió ser un drama en su momento, habría quien se quemó y se supo adaptar a él y mejorar su supervivencia, y quien falleció churruscado. Ahora asistimos a una revolución laboral que quema a unos a la par que calienta a otros.

¿Se puede evolucionar como especie en otro plano que no sea la revolución disruptiva o la evolución darwiniana? Desde otra actitud, desde la responsabilidad individual del ser, desde la consciencia plena, sin tener que utilizar la trampa de la palabra “crecer”.

¿Podemos evolucionar al pedir la devolución de la crispación o ¿el reduccionismo que es, repartir el mismo trozo de pastel? ¿Podemos devolver el ruido de sables del enfrentamiento diario, que nos tiene presos de una realidad que no es la nuestra?

Y ¿si evolucionamos no hacia la singularidad material de la inmortalidad, si no, a la serenidad de la realidad donde no haga falta hackerase telepáticamente unos a otros, al cambiar el mapa mental del cerebro de la supervivencia a la vivencia?

¿Cuántos miles de millones de seres están dispuestos a reconocerse como uno solo y devolver esta vida que no es suya?

PD: Esta foto de Donosti la tomé el domingo, 20 de enero de San Sebastián, durante la Tamborrada, en este caso, tambores no de guerra si no de fiesta, de disfrute por la vida.   



jueves, 17 de enero de 2019

Feliz desprogramación



Nos hemos dejado educar para felicitar el año estos días de forma compulsiva, pero te invito a que lo hagas en junio, y para sorpresa del cerebro de la persona a la que se lo digas, contemplará atónita sin poder hacer nada, como en su rostro florecerá una sonrisa. ¿Magia? No, tan solo, un anclaje emocional de PNL (Programación de neurolingüística).

Si te digo, imagina un brazo izquierdo haciendo un movimiento ondulante subiendo y bajando unos 10 centímetros, ¿qué frase te viene a la mente?

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Han pasado casi dos décadas del "¿Te gusta conducir?",  del gran Toni Segarra, en las que ninguna marca de coches ha osado hacer publicidad en base a los datos racionales de sus vehículos, todas invocan a estados emocionales básicos, sabedores que estamos educados para decidir con nuestro inconsciente, porque nuestro cerebro tan sólo busca sobrevivir, y nos hace confundir felicidad con tranquilidad. 

Si la mayoría de las marcas utilizan PNL para anclar sus mensajes en tu inconsciente, por qué no liberarte de ellos, y elegir tú cómo quieres que sea tu felicidad. 

Para ello, te recomiendo que te compres cualquier libro de introducción a la PNL, para que aprendas a reeducarte, a soltar los anclas que te pusieron desde pequeño ligado a las cosas, y aprendas anclas emocionales que te ayuden a superar tus momentos de pánico, ansiedad, estrés, soledad, miedo, tristeza…

En este caso, te presento el libro "El lenguaje corporal" de Joseph O´Connor e Ian Mcdermott de 1997, que se cruzó en mi camino este verano en el mercadillo de Fuengirola, el cual apareció en un momento clave, acompañándome y aportándome luz a mi camino.

martes, 15 de enero de 2019

Palabras que son amores



Cuando mi mentora María José Cano, leía mi post de la semana pasada “tocar sin romper”, me decía “si le quitas la verdad, le quitas la esencia”, a lo que añadía al hablar de asertividad, las palabras de su padre Pedro Cano Chozas “escucha, ve y cuando conozcas a la persona que tienes delante, habla”, a lo que añadía ella, sin ego. 

Mi objetivo es mantener esa verdad, la cual me llega sin casi conocer a la persona, así que estoy aprendiendo a sortear tu ego, utilizando palabras cual amores, sin la intención de ver quién la tiene más grande. Dejar de ser el toca pelotas. Sin quedarme en detectar el problema, y aportando información para que desbloquees tu solución, cual vuelta de llave. No es conseguir que hagas lo que te digo, si no, que te atrevas a realizar, lo que te dices. 

Como escribe Irene Compte Irene Compte “Mi deseo es que más y más, nuestras palabras puedan ser al mismo tiempo tan hermosas como flores (asertivas, bellas, claras, elegantes, compasivas) y tan certeras como flechas dando en el blanco de una diana (el mensaje habrá cumplido su objetivo, ya sea éste informar, persuadir, seducir, motivar o vender).”

Como dice mi padre “aprovecha tu corazón”, a lo mejor llega el momento de comunicar desde ahí en vez desde el estómago. 

jueves, 10 de enero de 2019

Asertividad cuestión de autoestima



Para mí, que no soy es asertivo, pero desea serlo, bloguear el libro "La asertividad, expresión de una sana autoestima" de Olga Castanyer, es todo un reto. Vamos a ello.

Lo primero, decir que la presente edición de octubre de 2017 es la Cuarentava, si, ¡40! Cuya primera edición data de un lejano 1996, donde eso de ser asertivo en mis tiempos de la cafetería de la universidad, me sonaban a chino. 

23 años no son nada, y en mi caso, si me lo hubieran explicado en la uni mientras estudiaba Administración de Empresas, pues hubiera sido las siguientes dos décadas bastante más fáciles.

El libro se nota que tiene sus años, al prescindir del marketiniano “hágalo usted solo”, tan de moda en los libros de autoestima actuales, y en varios momentos, te recuerda que el ejercicio hay que hacerlo con un profesional terapeuta. Lo cual, pasado la extrañeza, se agradece un libro (continente de información) donde te recuerda que al César lo que es del César, ¿acaso aprendiste a emplearte de lo tuyo por tu cuenta?

Desde la página 65 te das cuenta, que es un libro eminentemente práctico y que no tiene sentido leérselo en automático en un par de días, si no, que, para ayudarte, necesita que hagas los ejercicios de cada capítulo y reflexiones sobre tu ser. 

Como sugerencia añadiría, las diferentes listas de herramientas a un enlace web, donde puedas tenerlas más a mano y tirar de ellas en cada momento, independientemente de dónde estés o a qué te enfrentes… Ya que me lo den hecho, pero mi curro no es memorizar las frases, si no, ser consciente de que hay que ponerlas en prácticas.

Resulta una grata sorpresa el capítulo 7, enfocado a lo importante que es educar a los niños asertividad, tanto en la escuela como en casa. Me da que si hace dos décadas lo hubieran hecho, hoy no tendríamos una sociedad tan crispada por el vuelo de una mosca. 

En definitiva, un libro que te enseña a ser asertivo, a la par que, a conocerte un poco más, en algo tan importante, como es tu propia autoestima. Y que da lo que promete. 

martes, 8 de enero de 2019

Tocar sin romper


Ser esencia, ser coherente, si no aprendí cuando mi ego se sintió atacado, ¿por qué hacerlo contigo? 

Estoy serenando mi autoestima, para no herir la tuya, aprendiendo a ser asertivo. Para que mis palabras iluminen tu don interior, y se materialice en talento, sin rasgar tu alma. Respetarte, amarte. 

El año pasado: 

-      Facebook no entendió la inocentada y me bloqueo la cuenta por phissing.

-      Perdí mi deseada colaboración con BBVA Open Talent por no escribir fino, no citar tal cual las declaraciones del expresidente, y no saber que tenía que haber enviado el texto a protocolo. 

-      En un foro de tecnología estuvieron a punto de echarme, por cuestionar al miembro más importante, cuando pensaba que cuestionaba lo que representaba. Cuestión de formas. 

-      Del libro de Sonia Diez, aprendí la diferencia entre equidad e igualdad, pero me pudo no entender la esencia desde la que escribió “¡Educacción!”, quizás hace un lustro.

-      En Startup Weekend tener el san Benito de ser el Risto de los mentores es agotador.

El jueves blogueare un libro sobre asertividad, los ejercicios los pongo ya en práctica, aunque cueste, pero no hay otra. 

“Si quieres recoger miel, no des puntapiés al avispero” es el primer capítulo del libro que me estoy leyendo. 

Respiro por aprender a remansar la información que me llega, y dártela en la frecuencia que sepas gestionar. Para no herir tu ego, y no pienses que creo que eres un juguete roto, por mucho que hayas perdido tu empleo. 

Sanar sin operar

jueves, 3 de enero de 2019

Año nuevo, libros viejos









Hace un mes pedí recomendaciones de libros para que me hicieran pensar, y he recibido una buena pila de libros que cuestionan casi todo. Así que, esa será mi línea del blog en el año que empieza. Seguramente aparecerá alguna mega novedad, pero visto lo poco que me han hecho pensar este año, será con cuentagotas 

Así que empiezo con la recomendación de mi padre, con el zasca libro "¡Yo creo en la esperanza!" de José María Díez-Alegría, libro que, tras publicarse en 1972, le valió para ser expulsado de los jesuitas cuando era catedrático de ética en la Universidad Gregoriana de Roma, allí donde hacen los masters los curas antes de ser obispos. Casi nada. 

Algún día aspiro a escribir con una excelencia parecida, al justificar cada opinión con hechos y conceptos fehacientes que no admitan discusión.

La lectura resulta sorprendente al diferenciar en dos tamaños de tipografía, por un lado, lo que él cree, y, por otro lado, las justificaciones con las cuales construye su opinión, siendo éstas, conferencias públicas sobre dicha temática, lo cual, me resulta más sorprendente que le dejaran hablar públicamente de esto. 

Hay frases, que medio siglo después, creo que le volverían a echar como el párrafo cuarto de la página 56, donde escribe “Esta respuesta es superficial. El catolicismo de los últimos dos siglos, en conjunto, ha sido mucho más obstáculo a la liberación e instrumento de injusticia, que lo contrario”.



Si lo que te interesa es saber qué pensaba él, te recomiendo que te hagas con el libro "Yo todavía creo en la esperanza"publicado en 2008. Cuyo resumen pueda ser el segundo párrafo de la página 149, “Pero nosotros los cristianos de reales, de carne y hueso, somos tan deficientes en todo eso, que deberemos esforzarnos en hacer, más que en decir. No deberíamos sentirnos nunca como los maestros de la humanidad, sino, presentarnos como modestos dialogantes, que buscan avanzar con todos hacia una calidad mejor y más plena de la vida moral de los seres humanos”. 

En definitiva, un libro que debería estar en los anales de la comunicación, donde las formas asertivas levitan sobre el contenido. 

martes, 1 de enero de 2019

Ser esencia





En un día como hoy, el primero del año para una parte de la población, me hago el propósito, ser ESENCIA. 

Sabio es aquel que no busca, ni se realiza a través de los demás, si no, en constante acercamiento hacia uno mismo. Para entender que ha venido a hacer en esta nueva vida actual, cual etapa de un viaje que hace miles de años inicio su alma. 

Emprender la aventura de la vida es un camino bello y lleno de amor, hacia ti, hacia los demás, amor por lo que te rodea, amor por lo que te golpea, amor para llegar a Roma, donde acaban los caminos, y comienzan las ondas gravitacionales a cantar más allá de lo comprensible, palabras de amor por el universo, el cual, somos él, hecho consciente, como dice el físico Brian Cox. 

Negar puedes negar, para anegar tu espíritu, y regar tu inconsciente de cosas banales, que crees necesarias comprarlas para ser feliz, y ser cada día más adicto a ello. O puedes, reprogramar tu cerebro, tu mente, porque como dice Darren Hardy, el cerebro está programado para sobrevivir, no para ser feliz. En tus manos está tomar una decisión que no puedes delegar, ¿Quieres ser feliz? Acéptate, y desprográmate para ganar tu libertad. 

Curiosidad es la base de la libertad, desde que mis padres me educaron para ser responsable de pleno derecho de mi libertad, cuestiono absolutamente todo, buscando, el límite de todo, para ver dónde acaba mi libertad, y empieza la tuya, para respetarla y amarla. 

Innovar, es hacer algo políticamente no correcto, equivocarse, cometer un error en la metodología, como fueron los hallazgos iniciales del Gore-Tex, del Post-it, de CRISPR, si no te dejas margen para el error, para ser tú, para no hacer lo que crees que se espera de ti, cuando nadie espera nada, son tan solo, medias verdades de la socialización que nos educan desde que renacemos en occidente.

Actitud, es el primer paso, si te levantas y le dices a tu mente que hoy va a ser un gran día, te aseguro, que tu percepción de lo que te pase, será positiva. Y como dice mi padre, “todos los días son iguales, por lo que hay que llenar cada día con una ilusión, un proyecto…” Porque como dice mi madre y su hermana Piluca, “la vergüenza pasa y el provecho queda en casa”. En definitiva, vivir está en ti, disfrutar de la vida es una obligación, complicársela en base a tener en vez de ser, (como me enseño Carmen Vázquez de Castro), es una elección que anega tu esencia. Tú decides, o también ¿vas a delegar está decisión?