Antes de ayer al empezar a
comer con un emprendedor e inversor en serie, me sorprendió su primera
pregunta, “¿hace cuánto que no estás asalariado?”, de forma reactiva le respondí
la fecha en la que me había reinventado introduciéndome en el sector actual de
los emprendedores, pero reflexionando esta noche, me doy cuenta que en Casa
Pasarela era autónomo y eso es hace 11 años, más los tres donde estuve
estudiando diseño industrial, me voy a la fecha de casi 15 años…
Casi todos los
emprendedores de más de cuarenta años, que han sobrevivido tres años con sus
negocios aunque vayan con la economía crujida, me reconocen que no quieren
volver a tener jefes, y que si no, funciona esto, buscaran la forma de iterar o
pivotar.
Para crear
riqueza al conjunto de la comunidad, ¿emprender es la única solución?
Este sábado me junte
en una barbacoa que hacia Yolanda de los Teluches con una decena de compañeros
de su edición (la segunda) del programa GO2work a la par que coworking de la EOI (Escuela de Organización Industrial) y el Ayuntamiento de Guadalajara con
fondos europeos a la empleabilidad, que coordine. Es un placer ver el buen
rollo que siguen manteniendo entre ellos un año después de acabar el mismo.
Entre cañas y
chorizos me fui interesando de cómo estaba cada persona y su proyecto de emprendimiento,
y hubo tres personas que me contaban como con vergüenza que habían dejado de
lado su proyecto de emprendimiento, y se habían dedicado a potenciar su
proyecto laboral de reasalariarse. Como si fuera un delito no ser emprendedor,
o ser trabajador de segunda clase…
GO2work es ir a
trabajar, y no tiene por qué darte de alta en autónomos y armarte de fuerzas
cual Juana de Arco a por el mercado. Este es un aspecto, que deberíamos tener
en cuenta, tanto los agentes que nos movemos en el mundillo, como los políticos
que lo promocionan como si fueran un maná. De hecho, recordemos que lo
importante es que la persona pueda salir del desempleo, para poder sentirse
útil aportando a los demás, a cambio de una prestación que le permita pagar sus
facturas, que sigan dando vueltas a la rueda.
Uno de los
grandes hándicaps que tienen las empresas españolas para competir en el
extranjero es su reducido tamaño, cual micro pyme con un 90% del tejido con
menos de 10 empleados, con lo cual, es muy importante, que no sólo animemos a
las personas a solucionar su empleabilidad emprendiendo, si no, reasalariandose
aportando sus conocimientos y experiencia en muchas de estas startups o
micropymes necesitadas muchas de ellas de realidad del mercado.
Recupero una idea
de hace un tiempo, hay que emprezar, es decir, empezar a montar equipos, donde
personas que se quedaron varadas en la primera parte de la crisis, puedan tras
aprender a satisfacer necesidades de clientes reales, reasalariarse formando
equipos de empleados, donde el cliente es el centro.
Así mismo, hace una semana se celebraba en la sede de la EOI el encuentro anual de Fondos
Sociales Europeos, donde se ponía de relevancia a las cinco mil personas a las
que se le había ayudado a re afrontar su camino laboral, a través tanto de los
coworkings como de los planes de Iniciativa Juvenil. Una cifra que quizá se
pudiera elevar exponencialmente, si se creara un programa Reasalariate, donde personas
con la sensibilidad que te da un programa de lean Startup focalizada en la escucha activa al cliente, pudieran reintroducirse en micropymes, y
las pudieran insuflar desde dentro nuevas formas de detectar las necesidades reales de potenciales clientes. Para evitar que otros sean potenciales desempleados, a la par que aportar de verdad a la comunidad.
Si de algo debe servir la crisis de sistema en la que estamos imbuidos, es que cada persona pueda darse una nueva oportunidad, pero para ello, debe decidir tomar de verdad las riendas de su vida, aunque la educación y valores que ha asumido la hagan pensar que es una quijotada, al ir en contra de la corriente oficial, por mucho que ésta diga que es guay emprender.
Si de algo debe servir la crisis de sistema en la que estamos imbuidos, es que cada persona pueda darse una nueva oportunidad, pero para ello, debe decidir tomar de verdad las riendas de su vida, aunque la educación y valores que ha asumido la hagan pensar que es una quijotada, al ir en contra de la corriente oficial, por mucho que ésta diga que es guay emprender.