La primera moto eléctrica de competición española llega a alcanzar los 300 kilómetros por hora, tiene 100 caballos de potencia y apenas suena cuando la ponemos en marcha.
Vuelvo al niño, aprender hay que aprender, y harto de aquello "la letra con sangre entra", pues se acabo derrochar sangre, que cotiza a la alza. A partir de ahora, elijo jugar, jugar por jugar, tanto para ganar como para perder. En este caso es lo mismo ya que yo soy el jugador, el bloguero.
Como inmigrante digital, tocan las redes sociales, los mas media y vuelvo a clase porque la que lie en el facebook fue fino, hasta el extremo que me pusieron en cuarentena por transformar el perfil personal por el fan page sin saber que éste existía. Y se lío, en una semana pase de 600 a 1500, pero no me dejaron más...
Ahora toca, aprender a bloguear un poco oficial,... a ver en que jardín me meto, pero seguro que hay alguna rosa de la que enamorarse.