Tras la tormenta que hemos sufrido durante el último lustro me dedico
desde devolver pymes varadas en la playa a su océano azul, hasta hacer de Práctico
y sacar grandes buques mercantes del puerto, pasando por lanzar startups que
salten la barrera de coral.
Hace unos años las caducas cartas náuticas ya no servían para detectar
rápidamente cual era la vía de agua del barco en cuestión, por lo que la
llegada de Business Model Canvas, fue toda una revolución, para no sólo
chequear el estado de la nave y el ánimo de la tripulación, sino que dio pie a
trazar la ruta a seguir.
Así que, como otros muchos facilitadores, utilice el Canvas como
portaviones y cree un ecosistema a su alrededor adaptado a la economía
española, donde el 90% de la empresas son micro pymes que no llegan ni a los 15
empleados, (incluidas muchas de la franquicias de multinacionales), y con una
necesidad imperiosa de volver a conectar con sus clientes.
Como dicen los #lidertarios aparte de pensar hay que hacer, por lo que
en los planes de acción que desarrollo conjuntamente con la tripulación,
tenemos que dar con la propuesta de valor que nos abra la puerta de los grandes
puertos y canales de distribución. Y aquí el Canvas flojeaba, así como, en la
validación con los clientes, por lo que construí a base de prueba y error una metodología para acelerar la reconexión con sus clientes. Incluyendo la
fundición de viejas llaves por otras que abran el mercado.
"Diseñando la propuesta de valor", (DEUSTO) viene a aportar luz, al describir
técnicas de escucha para detectar la propuesta buena, para validarla con los
clientes, comunicarsela. Y por otra parte, a oficializar aspectos con los que me he pegado con los
positivistas jardineros de ideas y palmeros de los team buildings, y es que hay
que tener en cuenta, las frustraciones tanto del cliente como los de la
empresa, para conocer su realidad y extraer la esencia que dialogue y solvente la frustración
del cliente.
Ahora que estoy en el paritorio de un libro que cuento mi metodología para reconectar clientes
con empresas, admiro la labor del editor y creo que el feedback debe ser lo más
constructivo posible, (teniendo en cuenta que el editor español poco suele poder hacer frente al original), por ello, para que todas las técnicas y trucos posibles no se pierdan por el camino, y ayuden a designthinkers a transformarse en un thinkdoers, sería adelantar a las primeras páginas el índice global, y ordenarlo no por índice alfabético, sino por orden de aparición con todos los puntos, que
permita la consulta rápida. Así como subsane los subíndices como el del punto
2.1 que incluye aspectos de otros capítulos que no te encontrarás hasta muchas
páginas después, o como ocurre con la Biblioteca de Experimentos, que se cita
paginas antes de que aparezca. Creo que lo han hecho para acostumbrar al
aspirante a facilitador a la forma que tienen las micropymes de soltarte la
información. También te quedas con la miel en los labios al describirte 6
técnicas para describir al cliente, pero luego sólo profundizan en la mitad.
Se nota que los autores tienen el ego hinchado tras vender un millón
de ejemplares de “Generación de modelos de negocios” se atreven a plantear que “Diseñando
la propuesta de valor” es mejor que la formación de directivos, (página 129) lo cual, me
parece un poco exagerado que sea mejor que un master en el ie business school por poner un ejemplo, donde uno de los
mentores de DesignThinking es autor del libro que comenté la semana pasada y mentor de Google Campus
Madrid…
En definitiva Diseñando la Propuesta de valor, se convertirá en un
bestsellers para facilitadores y emprendedores. Por lo que, “Generación de
modelos de negocio” ha muerto, viva “Diseñando la propuesta de valor”
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