Esta tarde hacia las tres de la tarde más o menos, hace cuatro semanas que la vida me respondió a mis preguntas vitales, de cómo ser asertivo, ponerme en valor, y dejar de querer agradar a todo el mundo. o cómo dejar de vivir en automático, mirando para otro lado cada vez que mi alma me cuestionaba, si ese era mi propósito vital.
Desde entonces, sonrío para brindar a la vida mi gratitud por estar vivo.
He aprendido a ser asertivo, a que no me valga cualquier reacción de mis interlocutores, a que no todas las personas tienen algo que aportarme en mi camino. A respetar y tener paciencia con las que sí me aportan, y mucho.
A no dudar de mí mismo, en vez de contaros lo que voy a hacer, o a quejarme sobre h o b por las redes sociales de captación de datos, me pongo a ello, paso a paso. Empiezo a respetarme, a amarme.
Y sí, tuve un toque de atención de la vida, que en modo de vivir materialista y denso que respiramos, puede llevar a muchos a preguntarme en bucle que tal mi recuperación física, cuando lo importante es mi sanación de conciencia. Así que hazme un favor, no me llames para preguntarme qué tal estoy, si no qué aprendo cada día, o lo que se te ocurra que mire a la vida de frente y podamos aportarla.
El gran aprendizaje ha sido, a desenrocar mi ego, de mi castillo, dejar de encastillarme en ideas tan identitarias como llevar mi casa, frente a la forma que tiene mis padres de hacerlo, que dejaron todo por venir a cuidarme. O Antes de ayer, con un amigo que quería empujarme la silla de ruedas en el centro sanitario, mientras yo quería autopropulsarme para sentirme autónomo. Menos mal que él tiene menos ego que yo.
Resulta curioso cómo en este denso planeta nos asimos a ideas artificiales que tienen muy poco que ver con la esencia de la vida. ¿Por qué nos hemos educado sin saber respetar a una persona que piensa lo contrario que nosotros? ¿Por qué no puede haber infinitos puntos de vista diferentes de la misma situación? ¿En qué invalida a una persona que actúa de forma distinta?
Buscando un post mío antiguo me encontré con este “plegar egos” que escribí hace casi un año, donde decía “Para 2019, me bajo de la confrontación, aunque no tengo claro cómo lo voy a hacer”. Menuda lección me está dando la vida, sin tanto enroque de mi ego. Curiosamente la vida es mucho más fácil, llena y plena.
¡Feliz desenroque!
PD: si lo que digo te parece una chorrada, perfecto, ningún problema, tan solo es mi reflexión, no una bandera que hay que defender contra hermanos y amigos.
A mi me gusta el camino y la lectura que has tomado. He pensado que como te conozco de poco tiempo y te aprecio de forma sencilla, si hubieras seleccionado otro discurso, también me habría parecido bien. Yo creo que eres una persona auténtica y me caes bien.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor.
Ciao.