Ayer por la tarde, asistí a
una clase magistral de Guy Kawasaki sobre las claves para comunicar. Con el doctor Kawasaki se aprende hasta a respirar, sin
caer en el mindfulness, como la primera lección del comunicador, la sonrisa
permanente, como dijo un compañero al salir de clase, “a morder el lápiz”. ¡Qué
maravilla! Tras once horas de avión no paraba de sonreír desde lo más profundo
de su ikigai.
A las clases en el aula
magna de Fundación Rafael del Pino cada vez me siento más adelante y viví en
propia carnes el concepto de #TheBlackIsNewBlack al explicar el profe por qué
ponía las diapositivas con fondo negro en vez de blanco, por pura empatía con
los receptores de su mensaje, la vista lo agradece de forma infinita, entre
otras cosas.
Otra de las gozadas de ayer
fue desvirtualizar al Mago More, tras meses aprendiendo con sus frases en el
mejor MOOC del mundo… Twitter, con el apoyo offline de su libro, del cual reforcé un aprendizaje de sus "SúperPoderes para el éxito", el poder del ahora, go gO GO…
La crisis es caída y
oportunidad. Tras caer, desconcertarme, cabrearme, ¿?, mirar alrededor, curarme las heridas del ego,
tocó reaprender de nuevo a ser el que me divierte ser, y para ello, tenemos las
mejores escuelas de negocios del mundo, pero cuestan una pasta, así que decidí
aprender en la universidad virtual que es Twitter, leyendo libros de empresa y
asistiendo a las presentaciones de los autores para aprender sobre todo a
escuchar. Si libros, la innovación y las ayudas a la transformación personal,
están viniendo en tiempo real por aquí, cada knowmad está reescribiendo su portfolio.
Tras un año de aprendizaje he conseguido mi primera meta volante, al tener el honor de asistir el
pasado viernes a escuchar los breves discursos en la final de los
SEK Lab Awards, en el Centro de Innovación del BBVA, otra de las ágoras donde aprender innovación a manos llenas. Me quedé
alucinado del plantel del jurado que consiguió reunir Félix López, ni más ni menos que los directores de las aceleradoras de aceleradoras
del país: Conector, Lanzadera, StartupXplore, Zarpamos… Convirtiéndose en un
premio para las startups no elegidas, al ser escuchados, conocidos y quizás acelerados en
otro momento…Me da que el año que viene va a ver cientos de startups tecnológicas en educación.
Por último, no puedo
despedirme por hoy, sin pedir públicamente el premio nacional de cultura para
Roger Domingo, gran catalizador de knowmads. Como representante de los editores de libros de empresa, están dinamizando la lluvia fina de la innovación en procesos.
Sí, es su trabajo, pero lo cortés no quita lo valiente.
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