¿Para qué cambiar lo que funciona?

La moto Yamaha Tmax es un éxito de ventas desde que nació en 2001, un maxiscooter de 500 cc, con 40 manejables caballos de potencia, que con dos personas te lleva a velocidad legal, y una configuración de moto, sin el motor colgado en el basculante, con una manejabilidad endiablada, con la que su conductor/a, se sienta feliz, a pesar de sus 11.000 €. Pues Yamaha, lustro tras lustro, no ha hecho grandes cambios, siendo fiel a una máxima, si algo funciona ¿por qué cambiarlo?

Lo anterior viene a colación, porque hoy empieza la Champions, la competición con más marketing europea. En la que el dueño del actual campeón, ha dinamitado la plantilla, dejando marchar al perro y al bastón del pastor, con lo que las blancas ovejas balan sin consuelo. 

Y la cuestión es ¿por qué? Ya una vez, la Banca March le pidió que se levantará de la poltrona blanca, ¿estará buscando su segundas vacaciones? ¿Acaso quiere derrocar al único que ganó una champions sin él? O a lo mejor da por amortizado el plantel, y una vez que sus trabajadores han hecho la gran obra, hay que finiquitar la UTE, e ir a por nuevos mercados. Si fuera motero, puede que tuviera la respuesta, los moteros somos niños con juguetes grandes.