Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

miércoles, 20 de junio de 2018

El crack del 18


Hace un par de décadas calenté alguna silla en la clase de macroeconomía, así que hoy me sale el ramalazo como todo economista de lanzar un pronóstico, que a priori no tiene ningún sentido, pero no por ello, me lo voy a guardar. De hecho, los economistas somos aquellas personas que nos equivocamos con las predicciones y nos pagan por gestionar los miedos colectivos futuros.

Primer acto

El 17 de octubre de 2018 a las 17:10 quebrará la bolsa de Nueva York, caerá Wall Street.

Hala ya está escrito. Y te estarás preguntando ¿Cómo puedes estar tan seguro de vaticinar algo así con tanta certeza? Sencillo, y ¿por qué no? ¿Hay alguna ley que lo impide? ¿Falto el respeto a alguien?

No te digo que apuestes tu sueldo a que caerá Wall Street a esa hora, pero las pistas son varias: la principal es que en USA llevan ya una década de expansión, y cómo buen ciclo tiene que cerrarse. Además, a principios de año, ya hubo una curva negativa del índice, la cual suele ser un indicio de que “por allí resopla”, la tercera es que hay una corriente de outsiders que pronostican que la recuperación no ha sido tanta como se debía esperar y falta un último coletazo que redefina el tablero geopolítico.

Segundo acto

Superado el trance de tu cerebro límbico y llegando la idea al neo córtex, te planteas como será y en qué te afectará, ¿te subirán la hipoteca? ¿Te echarán del curro? Tranqui, si y no, habrá revuelo en los medios de incomunicación, algunos se rasgarán las vestiduras, pero ni tu hipoteca ni tu sueldo peligra, porque ya no están ligados a los vaivenes de la economía financiera.


De hecho, la deuda tanto pública como privada de la toda la Unión Europea ya supera cuatro veces el PIB, en el caso de USA, es 3,5 veces, y ¿tú ves que pasé algo? ¿Por qué crees que Trump se ha hecho la foto con su homólogo de Korea del Norte? Pues porque el estado chino, es el dueño de la deuda de USA. Y ahora se dedican a hacer cortinas de humo con los aranceles, para que los sumisos súbditos blancos crean que todavía son dueños de sus vidas.

Tercer acto

La ola del octubre, será el toque de atención, para que entiendas que se trata de salir de Málaga para meternos en Malagón, no es una crisis económica, si no, de sistema, de valores. Sobre la superficie poco cambiara, los bares estarán llenos, y seguirán reponiendo a buen ritmo la ropa en las estanterías de Inditex, pero las corrientes oceánicas removerán tu conciencia para que empieces a asumir tu papel y empezar a tomar otro tipo de decisiones que no te lleven siempre por el camino más fácil a una infelicidad continua.

PD: Foto extraída del instagram de mi profe de materiales Julian Martin Isabel, de cuando estudie diseño industrial, que tiempos aquellos donde las crisis eran continuas oportunidades. 

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