Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

martes, 29 de julio de 2014

La lanzadera

Hoy no toca hablar de la plataforma de marketing estratégico de Juan Roig (Mercadona), sino de  la Venganza del Enigma, del parque de la Warner  la segunda torre de caída controlada más alta de europa.


Sin entender muy bien, que leches hacía encorsetado con las barras de seguridad, respirando cual parturiento primerizo, cerrando los ojos y agarrado como si no hubiera un mañana, subiendo poco a poco hasta los 100 metros de altura, como un edificio de 30 platas, como tirarse de las Torres Kio, por segunda vez en menos de 5 minutos... Para caer a los pocos segundos a 80 km/h y volver a poner los pies y la consciencia sobre la tierra, y darme cuenta que me he hecho mayor, que ya no disfruto tanto, como cuando me "tiraba" en la Lanzadera del parque de atracciones de sólo 60 metros de altura hace 20 años.

Vamos que es distinto lanzarse a nuevas aventuras empresariales a los 40 que a los veintitantos, estamos igual de locos, pero más maniatados. Lo bueno, es que, aunque la duna de la normalidad se vaya acercando granito a granito, sigue vivo en mi interior, el espíritu de lanzarse de nuevo, cual venganza enigmática. 

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martes, 22 de julio de 2014

El emprendedor desprendido



Corría el mes de diciembre de 2011, había quedado en el Cafe de la Luz, enclavado en un incipiente Tribal, con una conocida que habíamos coincido en el ámbito profesional unos meses antes. Quería contarme que se iba a lanzar a la piscina, después de jugar con gaseosa unos meses antes, había decidido ponerse el mundo por montera, y mandar a la nevera sus tres lustros haciendo unos de los programas más vistos de la tele. Quería explotar su vena de comisaria, y para colmo había conocido en una de sus interminables noches a un Bussines Angel, que le ponía la pasta.... Me acuerdo que hicimos una apuesta a 3 años, escrita en el revés de esta postal.

Los dos primeros años fueron un torbellino, subió y subió y se convirtió en la referencia de un sector cultural, sacó a un montón de artistas y encumbró a los que realmente se lo merecían por su calidad, su actitud y su trabajo... 

Pero a finales del año pasado, algo pasó, debió subir tanto, que algún tiburón se debió fijar en ella, y la invito a pasar de alfil  a reina. Cerró su incipiente negocio y puso todo su saber y convencer, amigos y proveedores, en manos de alguien que no se lo merecía. Que iba de super emprendedor, cuando lo que era es un deprededador... tras un semestre loco, llego el verano y para sorpresa de todos decidió bajarse del carro, cansada de promesas incumplidas y de poner todo a cambio de nada...

Hoy se está planteando volver a ser una asalariada, y dejar la agobiante vida del emprendimiento, que en su caso, fue por por probar una nueva aventura muy personal, pero ¿cuántos casos conoces que son más por obligación? ¿Cuántas exdirectoras de marketing o diseñadores conoces que ahora son consultores externos?




martes, 15 de julio de 2014

Tirar la red

Reconozco que con Facebook siempre he estado a leches, porque les considero un hub de conocidos, antes desconocidos, con los cuales comparto temáticas profesionales como diseño industrial, innovación y arte. Y me dirás que para eso está Twitter, Pinterest, Quora o las cientos de redes verticales, y te respondo que si, pero no, porque en éstas no están la mayoría de las personas que se van virtualizando. 

El caso es que, el mundo bloguer y fashion, siempre me ha merecido gran respeto al ir tras la estela, de las marcas que silenciosamente hacen más Marca España que la extinta selección de fútbol o Marc Marquez.

Pues durante una semana me he dedicado a explorar e intentar ampliar mi red en ese entorno, intentado descubrir l@s faros de Alejandría, y claro, de nuevo a leches con facebook, que si voy muy rápido, que si soy un ordenador... que no es posible tener 1.100 desconocidos, aceptando pasar a ser conocidos en una semana... y al final, tras varios intercambios de golpes, me nokean y me amarran a puerto. Tras aceptar que no enviaré más invitaciones, me han dejado zarpar.

Dejando atrás la marerejadilla de facebook, he empezado a bucear en un nuevo océano, el de las infinitas corrientes de la moda, cual bancos de peces multicolores, un sin fin de corales y de sirenas destelleantes. 

Allí estaba yo sorprendiéndome con cual nueva criatura marina, cuando me di de bruces con una isla de spam flotando en mitad del océano pacífico, formada por miles de comentarios de desconocid@s etiquetad@s en fotos de super modelos photoshopmizadas, cual ancla, dándose los buenos días y las buenas noches en bucle... y ensuciando mi muro.

Pero, lo más duro ha sido comprobar como ordas de pesqueros  y tiburones intentan esquilmar los bancos de sirenas, intentando tirar la red a todo lo que se menea... provocando la huida inmediata. Y ahí si que a todos estos bárbaros, les digo que hay otras redes para eso.



martes, 1 de julio de 2014

El Post Feria

A pesar de que muchas instituciones feriales languidecen, las ferias que abordan nuevos modelos de negocio y conectan con el público, tienen algunos visitantes profesionales sorprendentes, como ciertos dueños de empresas a los que creemos encerrados en su atalaya de oro, a los que les ves bajando al barro e investigando qué se cuece en los nuevos mercados. Independientemente de las legiones de comerciales y asesores que duerman al calor de sus marcas.

Por ello, cuando se plantea exponer en una feria, la parte más importante es cuando se acaba, el famoso postferia. Puede llegar a representar un 60% del valor, dejando un 15% al previo y un 25 % al durante. Por eso, la fuerza no se nos puede ir por la boca. De nada sirven grandes desembolsos en stands y fiestas para agasajar a los leads, si luego se está tan cansado, que no hay fuerzas para crear relaciones duraderas con los nuevos clientes.

Lo dicho, allá vamos a descolgar el teléfono y buscar la reunión para colaborar con los potenciales clientes de grandes cuentas. A juuuugaaarrrrr, es decir a postfeeeeriiiiiiarrrrrr