Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

jueves, 15 de agosto de 2019

El increíble viaje de las plantas


Hace unas semanas te recomendé como libro del verano, el anterior libro de Mancuso “Sensibilidad e inteligencia en el mundo vegetal", y ciertamente, el libro “El increíble viaje de las plantas” sí que es ideal para el verano porque aglutina trepidantes historias de aventuras, de piratas, de viajes imposibles, donde el famoso anuncio de Shackletonse queda en un juego niños. Y lo más sorprendente, los protagonistas son plantas, arboles, y sobre todo semillas. 

Porque no solo descubrirás como una planta originaria del volcán Etna colonizó Gran Bretaña, o como llegaron a una isla volcánica que apareció en los años sesenta en el atlántico, si no, al descubrir que existen los Hibakujumoku “los árboles expuestos a la bomba” de Hiroshima, a tan solo 400 metros del epicentro y siguen vivitos y coleando. O cuando el congreso de USA estuvo a punto de importar hipopótamos para acabar con una planta que anegaba los ríos de Luisiana… 

Otro enigma resuelto son los casi cuidados parentales que hacen los arboles con las plantas jóvenes a través de sus raíces, o una palmera canalizando el agua de lluvia que la cae a sus hijas en su base… 

Te deja a cuadros los viajes en el tiempo que lleva viviendo el viejo Tikko desde hace 9.460 años, y, sobre todo, la capacidad de las semillas para germinar dos milenios después de que los romanos tomaran el fuerte de Masada en Judea. O cómo a través de un tejido, se ha clonado y revivido una planta que quedó atrapada en el Permafrost hace 39.000 años… Por no hablar del Pando de 43 hectáreas que se sigue reproduciendo un mismo individuo genético desde hace 80.000 años...

E incluso, hace un repaso a los arboles con más voluntad que el alcoyano, y sobreviven allá donde no es comprensible la vida como la acacia del Teneré o el abeto de la isla de Campbell cerca de la Antártida... 

O el por qué de la existencia de frutos gigantes como el aguacate donde los enormes animales que se los podían comer de un bocado desaparecieron al llegar el hombre a América. Y cómo, ahora el hombre le vuelve a robar al aguacate su identidad de género al eliminarle su semilla y por tanto su sexualidad, y su capacidad de auto reproducción. 

Como anécdota extravagante, resaltar la de August Engelhardt, el primer vegano del mundo, allá por el siglo XIX, sorprendentemente en 1875 que fundó la orden del Sol, tras escindirse del movimiento hippie Lebensreform. El cual se compró una isla para poder vivir con sus adeptos a base de cocos y practicando el nudismo. Sí, has leído bien, un siglo antes, de que nos vendieran el movimiento hippie de los setenta del siglo XX...

En definitiva, un libro de pocos más de cien hojas, que combina aventuras de ultramar, guerras y batallas, con la gracil mano de Stefano novelando hechos históricos y científicos, sin bajar la tensión de cada historia. Un verdadero placer.

Buena lectura

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