Comentaba Pablo Doménech en su libro "Liderazgo Kumano", que el Kumano Kodo, no tiene un principio ni un fin definido, siendo un continuo rompe piernas subiendo y bajando montañas, siempre cubierto por un profundo bosque, bajo el cual llegó a su punto Zen y cómo al volver a la ciudad se estresó.
La explicación la da el investigador Yoshifumi Miyazaki en su libro "Shinrin-Yoku, baños curativos de bosque" porque hemos empezado a vivir en ciudades hace tan solos tres siglos, y cuando volvemos al bosque nuestro cuerpo lo reconoce, y se relaja, reduciendo el estrés.
Por ejemplo, el contacto con la madera disminuye la actividad cerebral de nuestra corteza prefrontal y aumenta la actividad del sistema nervioso parasimpático, otro efecto fisiológico de la relajación. Curioso que la palabra “corteza” sirva para denominar una parte de nuestro vital cerebro.
A lo que el gobierno japonés les dio en 2004, 2,5 millones de dólares para que investigaran cómo se reduce el estrés con la actividad forestal.
Para los excepticos decir que hay un capítulo entero donde explica los resultados de cada experimento al medir la reducción del estrés en la actividad cerebral, el sistema nervioso autónomo, los marcadores de estrés en la saliva, la actividad inmune. En diversos experimentos, como pasear bajo los árboles, meditar al lado de una cascada, tumbarse en una hamaca en el campo, cuidar un Bonsai, mirar las estrellas, pasear por el parque, actividades con caballos o perros…
Uno de los aprendizajes que me llevo, es comprender que a diferencia de la fe cristiana y posterior cultura occidental, la cultura japonesa concibe que las plantas están al mismo nivel que las personas, conviviendo con ellas como iguales, sin creerse superiores ni estar en contra de la naturaleza. E incluso consideran a los árboles canales para las almas de los dioses.
Lo bueno, es que el libro no solo pone ejemplos para volver a sincronizarnos en un bosque, si no, que da muchas pistas para que lo podamos hacer desde casa y en nuestros parques y bosques, explicando de forma concisa cómo andar en el monte o cómo meditar de forma sencilla.
Buen camino
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