Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

jueves, 26 de diciembre de 2019

PeNeLearse mejor que pelearse


El pasado domingo se daba el solsticio de invierno. Puede que en la edad media, Gregorio XIII ajustara dicha festividad al 25 de diciembre, tapando el origen de la misma con la mejor campaña de marketing de occidente, "el nacimiento de Jesús".

Desde entonces, en gran parte de Europa, nos PeLeNeamos para el día de Navidad. Al despertar, le decimos a nuestro cerebro vía PNL (Programación Neuro Lingüística), que pase lo que pase será un gran día. Digno de celebrar la vida, con tus seres más queridos, y desear amor y salud a tus allegados.

Por si tu diálogo con tu cerebro flojea, ya que él está currando para que sobrevivas, incluso a ti, en vez para que seas feliz o vivir en plenitud de tu ser. La tradición es recibir por lo menos un regalo material, para allanarte el camino con dinero, que no da la plenitud, pero ayuda.

A veces, no consigues sonreirle al aire por mucho marketing de convención social que respires. Puede que un familiar esté en una etapa complicada de su viaje por esta vida. En esos momentos, la unión del clan familiar, y el convencimiento que todo irá bien ayuda a llevar esta fecha con cierta serenidad, canalizando la energía hacia la paz y la ayuda de la persona más necesitada, en vez de a la pelea, enterrando el hacha de guerra del cuñadismo.

Hoy 26, a las 6:14 se daba un eclipse solar, que abre la puerta al cambio de año. Puedes PeneLearte y fluir con tu ser hasta el próximo eclipse lunar, el 10 de enero, o pelearte con tu energía y ponerte objetivos imposibles de cumplir, cual vidas paradisiaticas del Instagram.

Ser o parecer

¡Feliz decisión!

jueves, 19 de diciembre de 2019

Tres meses


A las 3 de la tarde de hoy jueves 19 de diciembre de 2019, toca celebrar mis tres meses de vida. 

Tres meses, para aprender en el plano físico, mental y energético.

Físico
Sorprende lo bien hecho que está el cuerpo humano y lo rápido que responde para recuperar la movilidad, desde ayer, me dejan ir a rehabilitación sin muleta, y para otras excursiones si debo llevarla. Lo que no sabía que mi curva de la felicidad va camino de desaparecer, como consecuencia de las dos horas de rehabilitación diaria, desde hace mes y medio, donde algún día espero llegar con la bici estática a Paris. ¡Ah! Y gracias a mi fisio Rubén de la mutua Fraternidad Muprespa, los mareos se han suavizado mucho al irme descontracturando el cuello con sus manos mágicas. 

Mental
He aprendido a observarme, verme como un espectador de mis comportamientos y lo más sorprendente es ver cómo me ofusco por pequeños retos que se ponen por delante, y no los resuelvo a la primera, lo resuelvo, y me preocupo en des ofuscarme, ya que aprendes a relativizar las rabietas que me sigo cogiendo con cuarenta y pico años, como se nota que debo aprender a gestionar mis emociones. Lo bueno, es que como ya sé a qué se deben los vértigos, ahora cuando me dan me rio, y los llamo pedos divertidos, ya que es irse de viaje durante unos segundos, y luego la realidad vuelve a estar en su sitio.

Energético
Mi viaje vital, tuvo una parada en boxes hace noventa y un días, aprendí a ser paciente empezando conmigo mismo, para descolgarme de ese corre corre que no te deja ni pensar, ni sentir, ni ser consciente del momento que estamos vivos sin imaginar el futuro ni recordar el pasado. Espero, cuando vuelve a navegar y fluir dentro de la corriente del día a día, no caiga de nuevo en la sumisa rutina. Toca seguir bajando escalones en mi interior, para ascender en el exterior. 

Espero que te toque la lotería el 22, a mí me tocó el 19, y llevo tres meses dándole vueltas a la puesta a punto para dejar de vivir mi vida en automático, y ser física, mental y energético pleno en el mágico 2020. 

¡Feliz plenitud!

jueves, 12 de diciembre de 2019

Chattering vital


La semana pasada, me dieron el ok, para tramitar los papeles de separación de mis queridas muletas, empezando por llevar una en exteriores con un tope de veinte minutos para que no se me hinche el pie, y ¡sin ellas en espacios cerrados! 

No me lo creía, en un mes había pasado de estar en silla de ruedas a caminar sin apoyos, a ser libre. A ¡auto sostenerme! Es curioso, al comprobar que pasar a una nueva pantalla del juego vital, exige abandonar el miedo psicológico de la precaución del cerebro, abandonar la zona de confort, y empezar de nuevo con prudencia y decisión a lanzarse a puerta gayola ante la vida, ante el momento, el aquí y el ahora. Volver a reinventarse, asumiendo nuevas formas de aprender a caminar.

En un accidente de este calibre aprendes a ser paciente, ya que cuando empiezas a poner a punto una parte de tu chasis, en este caso la suspensión trasera, la delantera aprovecha para hacer chattering y te provoca que no te salgan tus tiempos, en cuestión de minutos pasas de la euforia que se vive en el lado del box de Márquez, al abatimiento de otro campeón como es Lorenzo. Toca entender el por qué de tan diferentes sensaciones. 

En mi caso, al día siguiente de darme el ok para la separación de la muleta, me quedé dormido en una posición rara mirando el móvil que potenció mi contractura de cuello y que mis cervicales C4 y C5 volvieran a cobrar protagonismo. Provocándome un vértigo al levantarme, donde la habitación daba vueltas a una velocidad de una vuelta por segundo. Ni en mis mejores épocas de joven tuve una resaca que me desconcertara tanto. Poco a poco fui entendiendo la forma de moverme y fijar mi mirada para rebajar mis tiempos de cambio de postura, y clasificarme para la pole de mi vida, el ahora, el momento. 

Tras pasar por boxes, se me quitaron los miedos de ser algo más grave, al ser sólo por la contractura muscular del cuello, y no por un tema de equilibrio de los giroscópicos del oído interno, que meter mano ahí con el motor vital sellado, es mucho más complicado y te lastra la puesta a punto para cada gran premio que es la vida. Así que, una vez que me he puesto de pie, ya desaparecen los vértigos. 

Ahora, toca añadir más ejercicios a la pantalla del juego, cambio de posturas, físicas, mentales y energéticas. Sabedor que esta semana pre luna llena en Géminis ha tenido una energía muy rara, que nos ha cuestionado quienes somos y para qué hacemos lo que hacemos. Quizás porque es la última de la década. 

Sigo aprendiendo a ser el ganador de mi vida.

¡Feliz gran premio vital!

lunes, 2 de diciembre de 2019

Guía para hablar de la COP25 en la comida de Navidad


Estimado cuñado, la COP 25 ha invadido la tele del bar, y sabes que dominar el tema del cambio climático será clave para lograr la atención de tu familia en la comida de Navidad.

Para ello, David Wallace-Wells te regala en “El planeta inhóspito” un almanaque con todas las claves para que no te pillen en un renuncio. 

La primera mitad del libro, es un recopilatorio de miles de ejemplos que ya están pasando en todo el mundo y por los que te acabaras alarmando si no conseguimos revertir el cambio climático antes de 2030. 

La segunda parte es cómo nos estamos posicionando los humanos antes el cambio climático, y se describe muchos tonos grises entre el blanco y el negro. Seguro que en una de ellas te reflejas. Cierto, es que tiene una visión yanqui, pero a los expertos españoles les ha pillado el paso a pie cambiado.

Por último, una tercera fase donde por fin David se moja, y aporta su reflexión personal con el principio antrópico. Te aseguro que te vas a sorprender. 

Una sugerencia a la editorial para impactar a millones de españoles, es que editen un libro, más fácil de leer, con un tamaño de letra más grande, donde no se pongan tanto en valor las ochenta páginas de notas, que pocos leen y menos aún consultan en internet, y donde el autor, resuma a cinco ejemplos impactantes las decenas de ejemplos que describe por cada tema. Sin tener que convencer por acumulación y por cansancio, al final cuesta recordar los ejemplos más representativos ante la abrumadora puesta en escena. 

Da la sensación que está editado para aportar herramientas a los influyentes lobistas que evangelizan desde sus pulpitos. Sin atreverse a que cada persona pueda formarse su propia opinión. 

Y aquí ya me posiciono como lector, que para algo me lo he leído…

… porque ya no hay tiempo que perder, para revertir el cambio climático antes de 2030. Porque si no, a partir de 2050 y sobre todo en 2100 la vida como la conocemos en el extinto “primer mundo” ya no será tan cómoda. Porque medio grado de temperatura pueden suponer 150 millones de muertos, y si en vez de ser donde siempre, en África u oriente, es aquí, pues desaparecemos. 

Por ello, pido a los consejos de dirección del Ibex 35 que liberen a los departamentos de marketing, innovación y continuidad de negocio, de evangelizar sobre los ODS con tanto buenísimo plastiquero, y empiecen a pensar cómo van a descarbonizar su negocio sin esperar a que les obligue una ley, que de momento sigue en funciones. De la misma forma, que más de un empleado evangelizador debería dimitir de las empresas que hace poco tiempo se beneficiaban del impuesto a sol, y ahora les ha faltado tiempo para dar el sí quiero para ser patrocinador de la COP25 de Madrid. ¿Habrá mercado en 2045 para justificarse con "es el mercado, amigo?

2020 será un año estratégico para la vida en este planeta, tú decides si quieres ser parte del problema o de la solución, y ambas posturas son respetables. Si quieres decidir con argumentos propios sin que te afecte la publicidad de turno, te sugiero que te leas “Planeta inhóspito”.