Acaba de salir la encuesta de la EPA (Encuesta de Población
Activa), http://www.ine.es/daco/daco42/daco4211/epa0416.pdf
con el descenso del paro a cifras pre crisis, aunque luego moliendo los datos
sale más grano que paja en la calidad de empleo. El cual, debería empezar a
mutar de la economía de sol y playa barato, al carro de la transformación
digital. Más aun, tras comprobar esta semana como el mar se está comiendo con
patatas la primera línea de playa que sustenta ese modelo de negocio en el
litoral mediterráneo. ¿Qué comunidades se podrían emitir deuda para sustentar
el negocio de las playas artificiales?
Ahora vayamos más allá, adelantémonos un par de años, en los
cuales, puede que hubiera dado pie a una segunda recesión gorda de verdad,
donde la crisis de la que estamos saliendo, se quedará en una mera
introducción. Una recesión de concepto, de sistema económico, en la que la
eficiencia de los nuevos procesos se lleve por delante millones de puestos de
trabajo de servicios de desintermediación, que nos libere de tediosas horas de
mecánico trabajo, y nos permita ser más productivos. Es decir, unos caen a la
par que otros son más eficientes.
Para que las startups vayan desarrollando esas aplicaciones que
faciliten la desintermediación, tanto los emprendedores como los algoritmos
necesitan nutrirse de conocimiento, de información validada, de ideas
correctas, de experiencia acumulada, en definitiva de palabras escritas (principalmente)
y habladas de todos nosotros. Cada uno en su tema, en el que o bien destaca un
talento oculto como del visible y que el desempeño de unas horas al día te
repercute en un salario. Por ahí pasa la nueva economía, la de analista de
datos, auditor de palabras, lingüistas, semantiqueros, expertos cazadores de
talento para encontrar tus aportaciones. Las grandes consultoras que auditan las empresas del Ibex 35, en breve pasaran a auditar la biblias internas de su forma de pensar y hacer.
Tengo que reconocer que no tengo ni idea de inteligencia
artificial, y los únicos aportes que puedo hacer son de intentar entender a
algunos matemáticos y medios genios que están dándole potitos supra energéticos
a algunos algoritmos. Pero, si bien en un par de años la desaceleración de los
empleos tradicionales será cada vez más grande, la de aportar información a los
algoritmos cuando estén más creciditos, le queda por lo menos una década, y ahí
entras tú, como vendedor de tu propia información de valor, y para saber si lo
que opinas es válido se necesita diseñar e implementar algún método de la
Economía de Palabras Auditadas.
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