Puede que sea el filtro de la editorial, lo cual, si es cierto, se agradece. Tanto el libro “Silencio, el poder de la quietud en un mundo ruidoso” de Thich Nhat Hanh como “La maestría del ser “de Miguel Ruiz junior, son dos libros que te invitan a dar sorbos de sabiduría, sin querer convencerte de nada. Se nota que ambos autores están en paz consigo mismo, y no dependen de estos libros para reinventarse profesionalmente.
Como consecuencia de lo anterior, el libro del Silencio, es un canto a la escucha activa de uno mismo, un ejercicio que te abre las puertas al conocimiento sobre ti que se escondió al nacer, y pocas personas de la educación reglada se percataron, por lo que las invitaciones que hace el autor a dejarse llevar, al principio, por muy amena que sea la lectura, cuesta, hasta que vas cayendo rendido tras lanzar obuses a la línea de flotación que te ata a una rutina, la cual te cuestionas cada 1 de septiembre.
Con todo, he preferido no acabarme el libro deprisa y corriendo para esta cita, en este caso, me parecía perder una oportunidad para aprender de verdad a escuchar mi alma, vía ejercicios de reNspiración muy sencillos y aplicando la coherencia de tu consciencia que vuelves a escuchar.
En definitiva, un ameno almanaque de sabiduría que su sola lectura ya te garantiza una reentre en septiembre sin síndrome post vacacional que valga. Porque la vida son las vacaciones profundas, y disfrutarla cada día desde el respeto a los demás es la esencia de la misma.
Feliz silencio
Feliz escucha
Feliz coherencia
Feliz vida
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