Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

martes, 19 de febrero de 2019

Va de retro



Te presento mi nuevo Iphone 6S, si no es un Xr, de casi mil euros, y sabes por qué, pues por varias razones, la principal es que a día de hoy, no hay un Iphone que aguante la tecnología 5G, la cual, el año que viene tiene que correr por contrato en una de las ciudades españolas, y para el 2021, empezará a volar por tu ciudad. Aparte, no quiero estar endeudado pagando un iphone que ya no es tan innovador como hace un lustro, ni mucho menos que las aplicaciones de mi móvil tengan acceso a mis datos biométricos faciales. 

El caso es que cambiar la batería y la pantalla de mi IPhone 6 se iba a unos 170 €, con lo que empecé a mirar reacondicionados por 225 €, y de repente me topé con un iphone 6S 32 GB nuevo por 350 €. Con todo el hardware nuevo, y con el miedo de la escasa capacidad que tenían las 16 GB de mi iphone 5… Menos mal que me encontré un artículo en Applesfera mostrando que con los servicios de almacenamiento en los servidores de otros, mal llamado en la nube, casi no utilizábamos la memoria. 


“tiene 57.083 fotos en icloud” que ocupan 31,8 GB… y todo pendiente de descargar en mi móvil de 32 gigas… casi 60.000 fotos en cuatro años… ¡Redios! Tan sólo por la vergüenza de ir a la tienda a pedir socorro, empecé a borrar fotos y ver que podría no compartir con mi móvil las fotos de icloud, pero después de sudar la gota gorda. No entiendo cómo Apple no se enrolla un poco, y mejora su usabilidad. Se nota que no está Steve ya. 

*

A la par, hace unos días, Yago Uribe un colega experto en marca personal digital y en tener decenas de miles de seguidores en Instagram, colgaba una foto con un slogan “sino hay foto no ha existido, cuyo texto pongo integro. Y con el cual, estoy bastante de acuerdo, sobre todo si te estás reinventando y te adentras en un mercado nuevo. 


Ahora bien, 57.000 fotos indican que un cambio de modelo en la investigación de mercado de los clientes, ahora somos nosotros quienes le contamos a Facebook a través de Instagram que nos apasiona, para enchufarnos publicidad de cosas a las que les hemos puesto una emocionalidad de las que carecen. 

Como freelance me pregunto si tiene sentido llevar a lo personal una estrategia de comunicación de venta. Por mucho que lo personal y lo profesional sean la cara de la misma moneda, deberíamos poder respetar nuestra vida real. Y dejar de pensar que vamos a ser más felices con subir fotos sonrientes o de comida a las redes de captación de datos online. 

* La parte gris oscura de la barra es el sistema operativo

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