Hoy el post iba a ser sobre otro tema, pero ayer por la noche viví una
experiencia que me impresionó. Te cuento, durante el III aniversario de The Heroes Club, algunos socios subimos al escenario a contar nuestros nuevos
proyectos, el mío se está configurando y en breve te contaré más sobre ello,
pero vamos te aviso que va sobre los que me apasiona, ayudar, acelerar, innovar,
inteligencia artificial…
Volvamos al momento tan especial de ayer. El caso es que los focos me
cegaban y al comunicar el pitch a la platea era como hacerlo ante un túnel negro
cual #blackIsTheNewBlack… Fuimos soltando los micro discursos, y en cierto
momento se dispuso a hablar una mujer, que por las circunstancias estaba delante
de mí, y de repente, en vez de hablar, se puso a comunicarse con el lenguaje de
signos… Ahí sola, cual locomotora de los vagones que estábamos a su vera… Sabía
que nos estaban viendo, pero no nos entendían, ni se veía nada, ni se escuchaba
nada… Encima de un escenario con los focos, las cámaras, las redes apuntando, y
nada… Ella seguía con su forma de acomunicar ante decenas de personas. Pasados
unos minutos, una persona se puso a traducir lo que estaba diciendo nuestra locomotora,
explicando que era la directora de Comunicados, un portal web para fomentar la
comunicación visual entre el millón de personas sordas y las empresas.
Pocas veces, me he sentido más identificado, en un momento de
incomprensión total, y mira que como traductor y conector me las he visto de
todos los colores. Al final, la moraleja de ayer, es que por mucha empatía que
ponga el receptor del mensaje, el emisor debe poner todo de su parte, por hacérselo
más fácil. Por otra parte, al igual que se enseña inglés y programación, quizás
sería interesante que en las escuelas se estudiara el lenguaje de signos…
Mientras llega la cojoaplicación que permita a las personas si capacidad
auditiva, escuchar… ¿En un par de lustros?
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