En el 2008 en el Súper Studiu Piu de Guilio Capellini en el
fuori Salone de la feria del Mueble de Milán el día de la inauguración hubo dos
fiestas, una la de Desigm con M de Madrid y otra la de BCN (BD Camper y Nani
Marquina), el resto de expositores no españoles nos miraban con cara de pero a
estos que tornillo les falta. Lejos quedaban las fiestas por todo Milán un año atrás,
como la famosa del túnel, hecha literalmente en tu túnel cortada al tráfico y
con los mejores DJs…
Aquel 2008, el entonces presidente ordeno al ministro de economía
que faltará a la verdad, diciendo aquello de no hay crisis… Anda que si le
imputaran a toro pasado…La fiesta española duró lo que duró, y hacia el 2011
muchas empresas vinculadas a la corte del ladrillo y las que no vendían a crédito
a sus pseudo clientes, con lo que la desafección laboral cual goteo fue
derramando el vaso, hasta que las gotas fueron rio, y después mar.
Muchas personas tras perder su zona de confort, naufragaron,
tras ello, se plantearon dar un giro a su carrera profesional y unir su pasión
con su potencial trabajo. Otras las más, se plantearon seguir haciendo lo que hacían
pero en vez de para una empresa, hacerse autónomo y hacerlo como freelance,
conservaban clientes, tenían que trabajar el triple para conseguir la mitad que
antes, pero menos era nada.
A ello, se unió el cambio de era económica, internet, la era
digital, y el nuevo dorado de la startups disruptivas (toca pelotas para el
sector en el que se hacían fuertes, al reventarlo y obligarle a su
reestructuración). Lo que unido a un país con una tasa de paro del 20% y un
clima de creativos, creó un caldo de cultivo que atrajo hasta a la poderosa
Google, montando en la capital su Campus para emprendedores y dinamizar el
sector haciendo de palanca.
Era Madrid Emprende quien en 2005 soltaba la espoleta, no
como una respuesta a reducir el desempleo, al capitalizar el paro y montarte un
negocio por tu cuenta, o al ver que no llegabas al mercado potencial, venderle
tu idea a un business angel… Tanto ellos, como muchas entidades han hecho RSC
formando e informando sobre el ecosistema del emprendiemiento, desde las
fundaciones del Ibex 35 hasta fuckupsnights, contando de forma distendida las
cagadas al emprender… como el famoso pacto de socios, que nunca se firma porque
cómo se va a dudar que el amor empresarial se acaba cuando la convivencia no da
para más.
Ahora, hay un ecosistema montando, incluso una mini economía replicando
modelos exitosos o por lo menos, miles de personas luchando por su objetivo,
por su sueño, pero seamos sinceros, saben muy bien como satisfacer un tipo de
mercado, pero emprender es formar un equipo, dirigir una empres… (palabra
censurada en la península), lo vuelvo a intentar, una Empre, S.A.
Empiezan a darse casos, en los que un par de autónomos bajo
una marca (no siempre registrada), empiezan a tener decenar de brotes verdes,
por lo que es necesario meter una marcha más a las aceleradoras, pasando de enseñar
a depurar la idea, prototiparla, detectar clientes, crear plataformas de emprendimiento
constituidas en sociedades limitadas o anónimas, donde se sepa de valor nominal
de las acciones, de prima de emisión, de gestión de talento, de cómo ponerle
buena cara al banco, pero sobre todo toneladas de empatía, para no caer en el
mismo error que hace casi una década, donde en vez de líderes había jefes.
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