Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

martes, 3 de noviembre de 2015

Stop Retargeting


Sábado por la mañana, has salido por tu barrio de compras, entras en una tienda, ojeas unos zapatos, pero no te acaban de convencer, así que te vas de esa tienda, sabiendo que un poco más allá hay otros comercios que ofrecen productos parecidos. Mientras caminas, te metes en un bar a tomar un pincho de tortilla con una caña y de repente, sin tu saber cómo el vendedor de la tienda te ha seguido y no para de decirte, que le compres los productos que desechaste, te haces el loco, pero él sigue ahí, más aun, antes de irte decides pasar un momento al aseo, y zas, ahí está de nuevo el vendedor, pasando de tu intimidad, y gritándote que le compres el par de zapatos, ¡redios!

Sales del bar, te paras en el quiosco compras el semanal y mientras ojeas unas revistas, vuelve a aparecer el vendedor de zapatos, será cansino el tío. Caminas y entras en otra zapateria, y para tu asombro, no sólo te encuentras al zapatero de la primera tienda, sino que el marido de la del quiosco también está ahí recordándote que le compres las revistas que le has ojeado…

Agobiado te vas al supermercado, con la esperanza de darles el esquinazo entre los lineales. La cosa va bien, el de los zapatos ha desaparecido, haces la compra y a la salida, el zapatero te pregunta si quieres que te lleve el carrito de la compra… Para tu asombro, no puedes ni entrar en la tintorería porque hay veinte vendedores de productos del súper, unos no los has comprado, pero otros sí, pero ahí están diciéndome compra, compra, compra, compra, compra…

Bienvenido al retargeting, lo que ni concibes que te pueda pasar en offline, es lo que está pasando en internet cada vez que te da por ojear una web comercial y aceptas las famosas galletas para que tengan permiso para rastrear tus pasos y bombardearte con su oferta. El problema es que no son personas sino algoritmos quienes te persiguen, por lo que no entienden ni un no, ni que lo hayas comprado.

Poder puedes hacer poco, no navegar por internet ni con tu ordenador, ni móvil, ni tableta… ¿no aceptar las galletas? La mayoría de webs “te sugiere” lo contrario, otra opción es poner un bloqueador de publicidad, y la definitiva parece ser la que presenta la última versión del navegador Firefox, poder navegar sin dejar rastro… Habrá que ver si es cierto.

La otra opción es potenciar el empleo especializado. Si, faltan miles de abogados que amplíen la oferta y se atrevan a meterse en el lejano oeste de lo digital. Al igual, que están haciendo con los contratos de las preferentes, tanto con el retargeting, como con la letra pequeña de las aplicaciones que ni lees ni entiendes y que le das permiso a la app de la linterna a que lea tus emails, contactos, navegación… Hay un auténtico filón por todos los abusos que se están cometiendo, porque la nueva moneda son tus datos.

De nuevo, hay que quitar las miles de vallas publicitarias que pueblan ambos arcenes de tu carretera digital, y que distraen tu conducción, ¿no dicen los gurús del marketing digital que el cliente es el rey? Pues a ver si es verdad y acotan un poco la tecnología creada en el lejano oeste. En este pueblo digital buscamos sheriff, ¿algún abogado se atreve? Porque si tenemos que esperar a que se apliquen una directiva europea, aviados vamos…

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