Mafalda y el design thinking

Para hoy tocaba el análisis de otro libro, uno de esos que acaban de nacer al calor de la última moda, el design thinking… pero ante mi desesperación ante el cúmulo de despropósitos, antes de defenestrarlos, me he puesto a leerme los libros que tengo por casa del tema para ver que por lo menos los chavales lo intentan.

El caso es que esta mañana, ante la duda de si arrojar ya al pie de los caballos a los autores, el algoritmo de Mark me ha despertado con una viñeta del Miguelito, el amigo de Mafalda diciéndola “Comprensión y respeto, eso es lo importante para vivir con los demás y sobre todo ¿sabes qué? No creer que uno es mejor que nadie”.

Pues antes de desayunar he ido a buscar la biblia que creo que tenía en la librería del salón, sí, ahí estaba y se titulaba " 10 años con Mafalda"… Miro el año de publicación… 1973, no puede ser,  yo tenía dos años, a ver, ¡ah! No, el año en el que Lumen lo mandó a la imprenta en España fue en el 84, ahora sí, con 9 ya estaba en pleno mafaldeo.

Lo sorprendente ha sido descubrir una entrevista a Quino, que no recordaba y que jamás leí, donde hay joyas como “soy un amargado con una pizca de esperanza”.

Leyendo el índice “La familia, La calle, El colegio, Así va el mundo, Mafalda y la sopa, De vacaciones, T.V., Guille, Susanita, Felipe, Manolito, Miguelito y Libertad”, uno tiene la sensación de que los ecosistemas siguen siendo casi los mismos, si tenemos en cuenta que las segundas pantallas nietas de la T.V. se han comido con patatas a La calle.

Buscando perfiles de twitter encuentro una entrevista de la revista Gonzoo a Liniers, al que algunos nombran como sucesor de Quino por sus Macanudos, el cual se quita presión diciendo “personajes como Mafalda no te enseñan a portarte bien, sino a cuestionar todo”. Esto si que empieza a ser design thinking.