Eeesss un bebe exxceleeente, eesss un bebe exxceleeente, es un beeebeee exceeeelnteeeeee y sieeeemprrreeeeee lo seeeeeraaááááaááááaáááááá.
De esta manera, mis padres me daban una sorpresa hace una hora. Los tres somos conscientes, que hace dos meses a esas mismas horas renacía tras caerme de la moto.
Poco es lo que me pasó con lo que me podría haber pasado. Ahora dos meses después, ya cambié la silla de ruedas por unas muletas, y a diario acudo cual campamento urbano a rehabilitarme físicamente tres horas al día, en la mutua Fraternidad, donde me facilitan mi mejora constante, haciendo que desee ir para allá cada lunes, y con pena los viernes de que llegue el finde.
En lo mental, aprendiendo a ver, a observar, a ver los toros desde la barrera, aceptar la realidad que es diferente a como la percibo. Y, sobre todo, aprendiendo a ser paciente.
En lo energético, fluyendo, permitiendo ser tanto a mí, como a las almas que me rodean y me encuentro en mi camino en esta vida. Comprendiendo mi comportamiento atávico.
En definitiva, agradecido por una nueva oportunidad, alucinando de como mi cuerpo mejorándose día a día, paso a paso.
Desde hace dos meses, he aprendiendo a agradecer a las personas que me ayudan, a veces con un simple gesto, con una pregunta, con permitirme probar si puedo yo, antes que lanzarse a ayudarme.
¡Feliz mes nuevo!
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