Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

jueves, 23 de mayo de 2019

"En el Futuro, perspectivas para la humanidad" #FeedbackLibro



Los capítulos impares del libro "En el futuro, perspectivas para la humanidad " del afamado astrónomo Martin Rees son dignos de enmarcar.

El primer capítulo es de los análisis más concretos y claros de la emergencia climática a la que asistimos atónitos,  a la par que explica cómo debería ser el nuevo sistema económico que nos reinventemos, basado en un crecimiento sostenido basado en innovaciones parcas en recursos y energía. A la par, que tener una planificación de infraestructuras y políticas a medio siglo. Aunque como escribe hay "un gran bache entre lo deseable y lo que se hace en realidad". Así mismo, recoge un buen número de innovaciones ligadas a creación de comida o a la salud como Imposible Foods o CRISPR. 

El capítulo tres, es una delicia, al leer de la mano de un gran astrónomo las posibilidades de exploración espacial que se abre ante nosotros, sobre todo si asumimos ciertas mutaciones genéticas. Muy recomendable. Pero sin perder los pies sobre la Tierra, al contradecir a Elon Musk, al escribir sobre la urgencia climática a solventar en la Tierra, al ser mucho más habitable la cumbre del Everest o la Antártida que Marte.

Por otra parte, el capítulo 4 se adentra en un apasionante debate para encontrar la llave entre la física tradicional y la cuántica, a la par, que darme pistas para la internet de las personas (iop) que estoy investigando, habrá que explorarlas.  

Lo que no entiendo, es como la editorial permitió que el autor se adentrará en el capítulo 2, en temas que no es una referencia científica y emitiera juicios de valor, que lo dejan en tan mal lugar, como son plantear debates presentes como futuros, como el miedo a la privacidad o a las fake news, o a los coches autónomos, o reírse de la crionización cuando más adelante si apuesta por una singularidad en inteligencias inorgánicas electrónicas, ambas metodologías evangelizadas por los mismos Transhumanistas.

Sobre la conquista de Marte al estilo lejano oeste que tanto se está comentando en los corrillos del próximo TED, el original, el de Vancouver, plantea en la página 119 “la exploración del espacio… quizá necesite algo de reglamentación pública, pero el ímpetu debe ser privado o empresarial”, y posteriormente, en la 174 sobre la solución a la supervivencia en la tierra hace referencia a la necesidad que los países si cedan soberanía a organizaciones como la OMS o el protocolo al acuerdo posterior a la Conferencia  de París sobre Cambio Climático, o que las nuevas organizaciones tipo Google o Facebook tiene que rendir cuentas a los gobiernos….

Es decir, para avasallar un planeta es bueno el libre albedrio, en cambio, para salvar un planeta arrasado por esa misma causa, hay que ponerse de acuerdo, y entender que no vale todo. ¿Acaso no hemos aprendido nada como especie? 

Con todo un libro para generar debates muy interesantes, pero sin fiarte mucho de las recomendaciones de la contraportada, a riesgo de no poder cumplir las expectativas que generan. 


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