Gonzalo Osés

Gonzalo Osés

martes, 18 de agosto de 2015

Confebus: Bla Bla Car no es Uber



¿Sabías que en los autobuses de Alsa cada asiento tiene una pantalla con películas, música como en los aviones de largo recorrido, para un trayecto entre Valladolid y Madrid por 15 €? O ¿qué Daibus (Madrid/Málaga) te regala la Wii y tienes enchufes para cargar los gadgets, con lo que te puedes ver tus propias películas o escuchar tu música?

Sólo lo sabrás cuando te subas a un autobús de línea, porque ¿para qué se van a gastar dinero en comunicación y publicidad de sus nuevas comodidades? Pues sencillo, las líneas de autobuses de largo recorrido no invierten en publicidad porque desde casi los tiempos de la transición, cada una ópera en exclusiva en alguna ruta principal desde la capital, con lo que no podrás ir en otra compañía de autobuses desde Madrid a Málaga que no sea Daibus… si en efecto en pleno 2015, Confebus (la Confederación española de Transporte en Autobus), sigue controlando el transporte de viajeros por carretera.

Está claro que están chapados a la antigua, y en cuanto han creído ver un posible competidor, cual espejismo, han querido matar moscas a cañonazos. Es decir, les ha dado por denunciar a Bla Bla Car, por considerarles competencia desleal… Ya que han ido al juzgado, el juez podría aprovechar para multarles por el cártel que tienen unas pocas empresas privadas sobre el transporte semi público de viajeros…

La clave del asunto, es que la denuncia de Confebus carece de sentido, porque el negocio de Bla Bla Car no es transportar viajeros, como si lo es el de los asociados de Confebus. Sino que como dice su nombre en Bla Bla Car, no se comparte coche para viajar, sino que se comparte conversación en un coche. Lo cual, es muy diferente, dado que en un autobús, es prácticamente imposible compartir una interesante conversación con las personas sentadas, tanto a tu lado como atrás o delante, para poder hacer nuevos amigos. 

Por tanto, recomendaría a Confebus que cambie de asesores y de estrategia, y en vez de querer cortar los caminos alrededor de su coto privado de transporte, inviertan en publicitar los enormes cambios desarrollados en cuestión de comodidad los cuales les hacen competidores directos del avión y del AVE, como por ejemplo a al tardar sólo tres cuartos de hora más que el Alvia a Vallodolid y costar bastante menos de la mitad, tanto en clase turista como preferente.  




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