Gonzalo Osés
martes, 4 de noviembre de 2014
Mujer y educación cuestión de Estado
La semana pasada asistí al debate "La educación debe ser un tema de estado" entre los ex ministros Pilar del Castillo y Ángel Gabilondo gracias a la Fundación Rafael del Pino.
Me asombró el reduccionismo del escenario que hicieron los dos púgiles, al ser su único foco las aulas y la búsqueda de consenso, de tiempo para que las sucesivas leyes maduren y para encontrar la fórmula para dejar de ser campeones en sobre cualificados, repetidores y ninis.
Los dos buscaban la tecla de los valores y la cultura del esfuerzo, sin darse cuenta que no está en las aulas, sino en la Educación de la Persona que han cedido las madres a los centros educativos. En muchos casos porque están más tiempo en la oficina que con sus hijos. Es la madre quien inculca el valor del esfuerzo, en la India los micro créditos al desarrollo se dan a las mujeres (farmers) no a los hombres (hunters).
Todas las mujeres tienen derecho a realizarse como personas, profesionales y madres. Por lo que el próximo presidente del gobierno, (vendría muy bien que fuera madre), debería activar un pacto de estado para cambiar la educación y pasar de una economía de burbujas a neuronas, para lo cual es fundamental conciliar la vida profesional con la personal.
Hay que desterrar la cultura de calentar la silla hasta que se vaya el jefe, y cambiar el huso horario que impuso Franco por estar a bien con Hitler, haciendo que en Galicia el mediodía solar sea a las 14:30. Lo que nos hace estar a la cola de la productividad europea, con eternas jornadas laborales. Basta con no retrasar los horarios la próxima primavera.
Ah! y los directivos,ahora que nuestras madres están mayores, empezamos a entender que educar a los hijos y hacer la casa, es cosa de dos, por mucho espíritu cazador que nos invada.
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