La semana pasada reflexionaba sobre unas de las ideas del libro “el acompañamiento de almas”, sobre la existencia de tres corazones: uno físico, otro emocional y uno más energético. Lo cual, me llevó a conectarla con otra idea, si hay inteligencia racional, y emocional, quizás haya una inteligencia energética. En el post anterior “huir para vivir” ya di cabida a esa intuición.
La contastación de que era una idea que aportaba valor, fue el rápido feedbacks de varios maestros a los que sigo como líderes en sus campos profesionales. Uno de ellos, el innovador arquitecto Javier Alonso Madrid, que nada más leerlo me envió el esquema que anticipa este texto, y que me parece muy interesante la conjunción de las tres inteligencias.
Otro profe de innovación, Nacho Villoch me comentó, “Muy interesante lo de la inteligencia energética y que de una forma poco racional todos reconocemos, o no sentimos la necesidad de “recargar pilas” y por eso nos vamos de vacaciones, o en el feedback del mentoring, en el que a menudo el mentor sale ganando y acaba la sesión con más energía que cuando empezó…”. Y le puso la guinda al pastel con “la energía no se crea ni se destruye. Sólo se transforma”.
Puede que además de aprender las herramientas blandas para ser más diligentes en nuestro trabajo y relación con los demás, debamos recordar otras herramientas, en este caso, invisibles, energéticas, que, bajo otro prisma, se conectan a través de siete centros que tenemos en nuestro campo energético personal.
Me brotan varias ideas que me gustaría debatir contigo, pero creo que es mejor hacerlo la próxima semana.
Si tienes unos minutos más, ¿podrías decirme para ti, qué es la inteligencia energética? Muchas gracias.
Feliz gestión de tu energía
Continuará…
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