jueves, 8 de febrero de 2018

Entrenador de algoritmos

El moderador de un foro de tecnología al que envíe mi post anterior, me sorprendió ayer diciéndome, “pocos docentes hay”, a lo que le contesté que maestros de primaria no, pero investigadores camuflados de profesionales universitarios y consultores que den clase a emprendedores, team buildings, etc… sí. Estando mi interlocutor de acuerdo con ello.

Es decir, docente como tal no se considera casi nadie, pero lo somos mucha gente, porque cada día se confunde más la delgada línea que separa a la persona que enseña, de la que aprende. De hecho, hay un dicho que dice, que para enseñar hay que aprender antes.

El caso, es que hoy echaban la culpa del desplome de Wall Street al mensajero, perdón, al currito, perdón a los algoritmos, alegando que los algoritmos estaban programados para reaccionar, así como escribe en el artículo de BBC Mundo

La Casa de Bolsa Finamex dice en su página web que esos algoritmos "son capaces de escuchar, analizar y entender gran cantidad de información y pueden automáticamente responder a eventos del mercado en tiempo real".

Y eso fue lo que ocurrió la semana cuando EE.UU. publicó un dato que revelaba que se crearía más empleo de lo esperado; los algoritmos detrás de la bolsa de Wall Street estaban preparados para vender cuando se activara ese dato. 

Lo cual, desde mi modesta e infundada opinión es tirar balones fuera, sin ver los primeros avisos de la pedazo crisis que va a darse en otoño desde este año. Porque ¿absolutamente todos los algoritmos estaban programados igual? ¿También el del elefante de Wall Street?

Y te preguntaras quién entrena a los algoritmos, pues vas a flipar con la respuesta, adivina, lo haces tú, si, si, no mires a otro lado, lo haces tú a diario con cada interacción que haces en digital. ¿Cuántas veces tu interlocutor en un chat de Whatsapp se ha sorprendido de lo que has escrito? Y te acuerdas de el corrector instalado, pues sencillo, está aprendiendo con la excusa de que hables mejor… O cuándo en el buscador de Google haces una búsqueda y no es la que quieres, y haces otra búsqueda más concreta, el algoritmo está en ello. Como estas acciones puede que hagas unas cuantas más a diario.


Es decir, es una profesión del presente, y que no cobres unos euros por ello, es parte del nuevo contrato social que firmaste con la mayoría de las aplicaciones y buscadores. Recuerda, tus datos ya no valen nada, ahora valen tus patrones de comportamiento por cómo entrenas a sus algoritmos, los cuales, casi siempre están para hacerte la vida más andina, menos el lunes en la bolsa que volvió a ser tan emocionante como antaño.

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