La semana pasado tenía lugar El evento de transformación digital El País
Retina, organizado por el medio de comunicación mencionado. Entre las
elocuentes ponencias destacaría dos, las cuales resumen el gin yan de la
tecnología actual.
Por un lado, la mayoría de empáticos ponentes evangelizando las enormes
posibilidades del bigdata para conocer los gustos de sus consumidores, y poder
satisfacerles en todas las necesidades que puedan tener. A la par que generar
riqueza con ello, y bienestar social…
Por otro, el excéntrico Richard Stallman uno de los percusores del
software libre en el lado oscuro de la fuerza, hablando de la libertad de empoderamiento
al utilizar el softawae libre, y posicionamiento abiertamente ante la extracción
masiva de datos personales para el lucro de empresas privadas, al grito de "Tenemos que derrotar a Uber, por nuestra libertad y privacidad"
Stallman me recuerda a Jaron Lanier, (sus predicciones del 2013 para
el 2020 ya se cumpliendo), dos desarrolladores que piden a gritos la protección
personal de los datos. Como aquella carta de científicos destacados que pedían
que les prohibieran seguir investigando para no encontrarse un skynet en medio
siglo… Resulta curioso como los padres de las criaturas que ahora evangelizan
las disruptivas corporaciones, tienen conciencia y se posicionan ante la no comercialización
de tu vida.
Hay una masiva evangelización de la nueve era económica del
conocimiento, donde algoritmos pueden eliminar el spam y ser pertinentes para
ofrecerte sólo aquello que necesitas. A la par que la posibilidad de una nueva economía
colaborativa o social, en la cual millones de consumidores pasan a ser agentes
al compartir gastos de su casa o de su coche…
Sorprende el sector de la abogacía lo dormidos que están enfrascados
en cuestiones offline, o como mucho ganando pasta de si la asociación de velas
demanda a la de bombillas por hacerse con el mercado… Y la ley de protección de
datos es como un elefante en una cacharrería, valorando al peso no a la calidad
del dato.
Se habla de bigdata, de smalldata, de smartdata, pero poco de
PresentData o PayData… Y ya no digamos lo casi nada que se habla de software libre
o del reduccionismo de internet frente a los ecosistemas cerrados de las
aplicaciones. Pero de lo que se habla es del iceberg que ven las corporaciones
tradicionales, de la parte que está sumergida el invento de Arpanet, de eso
silencio.
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