A que
sabrías decirme que es la innovación o la creatividad. Normal son vocablos
raros que os los han metido hasta en la sopa, y ya si era de letras como las
que comíamos de pequeños, pues blanco y en botella.
La palabra fetiche que viene pegando fuerte
en mis satélites de early adopters es ni más ni menos que “cuántica”, ¿cuántique?
No seré yo quien te explique qué es eso de la cuántica, porque sinceramente no
tengo ni idea.
¿Sabes por qué es tan importante? Porque la teoría
de la física cuántica se conoce hace un siglo (Eistein y los mundos paralelos), pero la práctica se está
empezando a evolucionar ahora, gracias al cambio de era tecnológica que estamos
asistiendo. Al parecer, en 15 años la
próxima generación de ordenadores o inteligencia artificial serán cuánticos, y
tendrán la misma potencia que toda la energía del universo, es decir, que
cualquier código de seguridad por muy banco centro europeo, caerá en unos
segundos… O podrás conocer todas las recetas del Bulli de turno en un segundo... Por si quieres conocer el estado de la investigación actual.
Esto por lo racional, por lo otro, ante la
necesidad de dar respuesta a un sistema que hace aguas, se están empezando a
lanzar teorías explicativas sobre la continuación de la vida apoyándose en la
física cuántica, si los de la universidad de la singularidad ampliarán nuestra
existencia a través de la inteligencia artificial por que no puede ser posible
escenarios diferentes, como mundos paralelos energéticos a nuestra existencia.
Ante esto, y como son temas tabúes, reduzco
el ágora a unas pocas personas, mi padre, ingeniero del ICAI, el escuchador de
los que diseñan el futuro Javier Sirvent y una sorpresa que me encontré antes
de ayer Marina Tirado, una joven amiga futura biodiseñadora que me sorprendió por su formada
opinión sobre las posibilidades reales y racionales a día de hoy. Los tres coinciden en que la constatación de la física cuántica en
universos microscópicos no justifica poder dar validez a escalarla a otros
estados, tamaños o eso creo haber entendido…
Sirvent continuaba “no
sabemos ni cuándo ni cómo… pero un día, haremos algo diferente y de repente,
zas!! Porque la penicilina, el grafeno, CRISPR ha revolucionado la secuencia
genética... han sido fruto de la casualidad o de una nueva idea". Pues como soy un conector, seguiré
escuchando los vientos alisios por si alguno plantea una nueva ruta a las
Indias…
PD: foto hecha a la página 13 del libro "Los secretos del infinito, 150 respuestas al enigma" de Antonio Lamúa (Ilusbooks).
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