Ayer se conjugaron los astros para que mi vuelta al cole fuera muy excitante.
A las 9:00 volvía a asistir a una nueva masterclass sobre Inteligencia artificial impartida por Kai-Fu Lee (inventor del reconocimiento de voz). Muchas gracias por la invitación a los directores de la escuela Aprendemos Juntos.
En el recreo me juntaba con la pandilla de amigos techies IPeros, y haciendo peñas del lunes me quedé de charla con la referencia Maker en los madriles tan excelente como humilde, redesayunando porras a media mañana y arreglando el mundo unas cuantas veces.
Después comida, con mis compis de la rehabilitación del barrio, celebrando que una de ellas ya está de alta, y otra que está a punto de caramelo. ¡Felicidades!
Por la tarde, de nuevo a clase en Mezcla 2020 organizado por la asociación de hostelería de Madrid. En dos semanas volvemos a presentar el proyecto al inversor de comida rápida saludable, y toda escucha de los cracks del mercado es buena para evitar que las cagadas sean de índole planetaria o no.
De todas las charlas aprendí, y flipé con la de los grandes grupos, donde fue un placer ver la frescura y el buen rollo que tenían los dueños de muchos “restaurantes para coleccionar en Instagram” cómo decía Caldos de Tatel. Lo mejor fue cuando Nino de La Ancha le preguntó Miguel Nicolas de Lalala y a Alex de el Escondite ¿Cómo hacéis para que los restaurantes funcionen sin estar físicamente vosotros? Muy interesante la respuesta de Miguel “motivar a nuestro empleados para que se sientan parte de la familia, incluido premios mensuales, trimestrales”.
Ahora a seguir escribiendo mi libro con otras preguntas tras las reflexiones del profe Lee y preparar otros proyectos, y por la tarde, de cocinitas con mi socio a tomar decisiones.
¡Pleno martes!
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