martes, 4 de junio de 2019

Comida sana, economía saludable




Por imperativo médico, me he visto obligado a cambiar radicalmente de hábitos, pasando de una vida sedentaria y con hedonistas comidas, a darme cuenta que mi cuerpo agradece mucho más, comer menos cantidad más veces al día, y sobre todo andar. Ya peso menos, ando con cierta agilidad 7 km diarios, y esas cosas que saludables.

Mi gran descubierto ha sido comprobar cómo ha mejorado mi economía, y no porque me hayan pagado por este cambio, si no, porque el colador que era mi tarjeta de crédito, ha ido taponando sus agujeros. 

Aunque parezca magia, no Io es, si empiezas por no tomar alcohol, de repente pasas a gastarte una media de 12 € por copa a 2 € por cerveza sin (casi) alcohol. Además, cuando todos tus amigos se empiezan en entorrijar y exaltar, te planteas qué haces ahí, y te piras, con Io que, ganas en horas pIenas de disfrute. 

Con eI tema foodie, pasa tres cuartas partes de Io mismo. He cambiado el chuletón de buey o vaca vieja por el atún, que siendo también carete, no está tan desorbitado, y, sobre todo, que ya no me como un entrante más postre, con un segundo pIato voy saciado, porque no vengo canino desde Ias 8 de Ia mañana sin IIevarme aIgo aI buche. 

A Ia par que me he quitado más o menos, toda Ia comida procesada, con Io que aI no pasar por intermediario de intermediario, pues es mucho más barato. 

Ayer, me baje andando de PIaza CastiIIa hasta Conde de CasaI, mientras iba mentorizando por teléfono a a emprendedora de Fisioadvisor , 10 km que cayeron sin ningún esfuerzo. Por Io que aI no coger (en Io posibie) Ia moto, ni el metro, sigo ahorrando.

PD: foto de berberechos y zamburiñas deI Restaurante y alojamiento Lois en A Coruña, un gran alojamiento ahora que está reformado triple B. Ahora entiendo porque me gustan tanto Ios berberechos y Ias zamburiñas, con proteínas, omega 3, sin grasas ni hidratos...

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