sábado, 11 de mayo de 2019

El síndrome de Aquiles


Esta semana coincidía con un excelente profesional que es comercial desde hace dos décadas, siendo parte de su forma de ayudar a otras personas, a la par que como es muy bueno trasmitiendo sus habilidades es profe en escuelas de negocio.

En cierto momento, coincidimos, al tornarse la conversación, a una sensación de sentirse impostado o falso, al dedicar más tiempo a ayudar dando clase que al apartado comercial en sí mismo. Es decir, los que ya no estamos todo el día en la comercialización pura, aunque posiblemente seamos más útiles como aguadores en una etapa del camino cruzando el desierto de otros. Nos sentimos como una pequeña estafa porque hemos dejado de estar delante del toro, y ahora lo vemos desde la barrera, que sí, que tenemos más visión del campo de juego, pero…

Cuando volví a casa, mi cerebro reactivó la localización del montículo de libros que tengo a medias, de esos que los empiezas, y no sientes que sea el que tengas que leerte esa semana, y me tengo que leer otro a toda leche…

Ahí estaba, el libro “El síndrome de Aquiles, cómo superar el miedo al fracaso” de Petrûska Clarkson, publicado por Planeta en 1995… Sí, es otro de los almanaques de sabiduría que me encuentran en el mercadillo de Fuengirola. 

Quizás, me tenga que acabar el libro para convencerme, de que soy más útil y quizás más rentable para mi economía, en la retaguardia, y no lanzarme de nuevo al ruedo. Pero, necesito experimentar y validar lo más ágil posible ideas para soluciones que se me ocurren, y no tener que esperar a los tiempos de los profesionales que asesoro que siempre son otros. 


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