La semana pasada,
Google anunciaba que a partir de enero de 2018 Android va a pedir que todas las
aplicaciones que conecten a su sistema que pidan permiso por recopilar datos como
el número de teléfono o el email. Lo cual, es normal, porque en mayo entra en
vigor la nueva ley de protección de datos, y no creo que se quieran arriesgar a
otro multazo como el que está pendiente de discernirse de 2.400 millones por
abuso de posición dominante.
Con pena decirte,
que eso es un juego de niños, comparado con la realidad, donde la misma marca
reconoció la semana pasada, que, aunque no tengas activada la geolocalización,
saben perfectamente donde estás. Y la cosa es sencilla, la aplicación de tu
móvil está constantemente buscando la red móvil para que puedas estar conectado
a los tuyos, así que saben desde que repetidor estás conectándote.
Es decir, si
tienes estás con varios amigos y sois usuarios de una aplicación, ésta sabrá que
estáis juntos. Y un sitio, más un lugar, más otro, al final, al rastrearte en
tiempo y mapear tus hábitos, acaban creando un hábito de comportamiento, y
sabiendo qué haces y qué potencialmente podrías hacer. Con lo que, se dedican a
ofrecerte publicidad sugerida de actividades que te podrían interesar, y que
curiosamente coincide mucho con lo que sueles hacer.
Como muestra, un
ejemplo, la semana pasada consulté desde mi portátil
sobre el Think tank Real Instituto El Cano, y adivina, que vi en Facebook en mi móvil, na da más
abrirla, pues una publicidad para visitar el barco Juan Sebastián El Cano…
Menos mal, que los algoritmos semánticos todavía por mucho que los entrenen no
lo acaban de pillar, de ahí que en breve tengamos chatbots para que les
entrenes gratis. Si, ¡gratis!
Te preguntaras
qué cual es el problema, pues tan sencillo, que con esos seguimientos a
diversas empresas que se están forrando a costa de venderle a otras marcas que
te conocen, y esa información que extraen de ti, y que aceptaste al aceptar sus
condiciones de uso, no es que sea ilegal, pero digamos que están obteniendo
unos datos privados, que deberían no sólo pedir tu consentimiento, si no, en un
futuro empezar a pagarte, por lo menos por entrenar algoritmos a través de los
chatbots.
Si te pagan por
el intercambio de datos de conocimiento y experiencia en tu trabajo a cambios de x horas, por qué
no te deberían pagar, por entrenar algoritmos, para que en 2027 la inteligencia artificial superé
el test de Turing al no poder hacer todo tipo de actividades mejor que un
humano. Vamos a la desaparición del trabajo fordista, donde se educa a niños a
ser robots o adultos. Se destruyen 10.000 puestos de trabajo por cada un empleo Knowmad, con lo que los niños no trabajaran, si no que talentcobraran sin someterse a la normalidad.
¡Ah! Cuidado con vestir a estas sirenas (como las llamaba Jaron Lanier) de economía compartida, en este modelo de negocio, el 99% de la población comparte su sabiduría su esencia y entrena gratis a los algoritmos de búsqueda y el 1% se forra a costa de los demás.
La decisión está en tu mano, decidir por ti si ser un polimata cual TSQV o un HMYV.
Totalmente de acuerdo contigo.
ResponderEliminarPor cierto, el test de Turing ya lo supero parcialmente un chatbot en 2014 ;)