jueves, 13 de octubre de 2016

Espíritu de remontada

Conozco a pocas personas que la crisis no les haya afectado, tan sólo las personas jubiladas de mi entorno las que no han visto su suelo desaparecer bajo sus pies, y caer de golpe a un pozo profundo y oscuro sin poder agarrarte a las resbaladizas paredes. Una caída que en algunos casos fue de un año, pero otras personas han caído durante un lustro entero, tornando su carácter, y borrando aquella sonrisa que bordaba su cara por entradas alopécicas galopantes.

Otras personas siguen cayendo, pero las muchas nos hemos visto a remontar, después de romperse en mil pedazos aquel espejo al que nos mirábamos, con el que nos educaron, con aquellas respuestas que nos daba de estudia, “aprende idiomas, ten títulos al peso, que eso te asegurara un salario para pagar una hipoteca y disfrutar de la vida cuando te jubiles…” Lo más curioso del asunto, es que el espejo a pesar de estar roto, antes de ir al cubo de la basura, todavía lanzo un último mantra, “tranquilos, en vez de asalariados podéis perseguir tu sueño y ser emprendedores”… ¿Emprende qué? ¿Montar una empresa? ¿Ser empresario? Pero si los de los cuarenta y tantos queríamos ser funcionarios, cajeros de banca o trabajar en Telefónica… Y allá que nos lanzamos muchos a emprender…  Donde aprendes a esquivar las tortas que le da el mercado a tu genial idea escrita en un plan de negocio de 100 folios…

Al frío de la crisis han surgido decenas de libros de autoayuda, de los que llevo unos cuantos leídos, y de los cuales, el primero de Anxo Pérez puedo decir que es la referencia, para reflotar personas. En esas anda el mercado literario cuando desembarca Joe Llorente, creando una categoría propia, la del banquillo, porque los libros anteriores te susurran las técnicas de sus autores para relanzar tu vida, volver a entrar en la rueda del empleo cual hámster, pero José Luis, con "Espíritu de remontada" describe de forma deliciosa con ese punto de humor tan suyo, lo mal que uno se siente cuando está chupando banquillo. Y ahí, es el primer libro que recuerde que lo hace.

Para gustos los colorees, pero te diría que empieces la lectura por ahí, por el capítulo X (exacto, el de que marca donde está el tesoro), porque como  dice Rafa Zaragozá “si tienes un problema tienes un tesoro”, porque la mayoría de las personas quieren solucionar, proactivarse, poner a hacer, pero sin saber de verdad cual es el problema, o la causa de que ellos estén chupando banquillo. Mientras, se depura esa causa, Joe con un magnífico ejemplo personal da con la tecla, que nos es otra que… La cual es el aceite para ligar la mayonesa de la remontada, donde me ha sorprendido otro de los ingredientes de chef Joe, ¡los valores! Lo cual, lo entiendes conforme vas leyendo el libro.

Sí, en tu partido vital no necesitas remontar porque ya vas ganando de 10, quizá quieras saber decenas de anécdotas de aquellos humanos que compartieron final con los extraterrestres en Atlanta´84. Porque Joel no da punta sin hilo y ejemplifica cada jugada con una anécdota que ya les hubiera gustado contar en la revista Gigantes. Porque de eso va Espíritu de Remontada, de demostrarte que este partido lo vamos a ganar, por mucho que los de enfrente parezcan gigantes, cuando son tan humanos como tú. Para ejemplo, la sencillez con la que respira un dios que parece humano, Don Paco Gento, al cual tuve el honor de verlo en directo en la presentación. Con Espíritu de remontada, puede que te conviertas en el Paco Gento de tu vida.


PD: es significativo como el baloncesto reporta libros claves para la empresa y emprendimiento frente a otros deportes de equipo opio del pueblo. 

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