Por fin sábado, por fin una mañana sin
reuniones de punta a punta de la ciudad. Por fin un hueco para recuperar el
blog, antes de seguir preparando el futuro, como feisbuqueee el sábado pasado,
si los viernes son para salir y los domingos de junio para barbacoas, los
sábados son para escribir páginas de ese futuro que vamos a crear.
Las últimas dos semanas más que ir a
eventos interesantes las he dedicado a hablar con inversores de un nuevo
proyecto que me he embarcado y haré público cuando la cosa esta armada. Aparte
de tirar de agenda, he acabado haciendo buenas las palabras de mi socio Felipe,
que alguien tenga dinero para invertir, no significa que sea un buen socio para
tu proyecto… ¡Y tanto! He pasado de convocar a líderes del sector a focalizar
sólo en los que están hablando de cómo será nuestra vida a 10 años. Por debajo
de esa cifra, no me interesa, no es un inversor para este proyecto. Por mucho
que el exit sea de 1 a3 en 18 meses, no lo entenderá.
El caso, es que cuando vas a hablar con
tu cliente, te reúnes allá donde le venga bien, con lo que demasiadas veces he
pillado decenas de miles de coches atascados en plena hora punta en las
circunvalaciones, entradas y salidas de Madrid… Calculo que una hora para ir al
trabajo y otra para volver… Atascado, parado, estresado… El menda como va en
moto, ha mejorado las estadísticas de Google para el momento… En definitiva, ni
conciliación laboral ni leches. Al cabo del año, miles de sonrisas de tus hijos
que no viste porque llegabas muy cansado para jugar con tus hijos, que en nada
tocaba ducha, cena, hormiguero y a soñar con la zanahoria que te pongan al día
siguiente..,
En tres años los coches auto conducibles
de Google estarán por las calles, como ya lo están los del MIT en Singapur en
One City, y en una década cada habitáculo auto conducido enviará a la chatarrería
8 de los coches tontos, de los que no piensan y necesitan una persona que los
lleve a algún accidente… Habrá menos siniestralidad y las horas que pases
dentro, podrás ir viendo a tus hijos como juegan mientras llegas, o la
dedicaremos a acabar un informe…
Me da que el nuevo mantra es la
movilidad, desde la que supuestamente dan las cajas registradoras de datos que
llevamos en el bolsillo, a las nuevas habitaciones que nos llevaran de un sitio
a otro… Pero ¿es realmente necesario, que si o si, nos tengamos que desplazar a
la de una, cual Fuenteovejuna todos a la vez a la otra punta de la ciudad, del
país o del planeta? Más aun, ¿es necesario que nos desplacemos a realizar nuestra
aportación creativa o procesal a la empresa físicamente? Vale que somos seres
sociales, pero ¿nos tenemos que tocar no virtualmente para ser más productivos?
Como decía Juan Barambones en la conferencia
española de wearables de hace unas semanas “el futuro puede ser que esta misma
reunión la hagamos virtual, sin tener que juntarnos aquí, porque me ha costado
aparcar muchísimo…” Espero que podamos resolver la ecuación de la conciliación laboral,
sin tener que llegar al teletransportador de Facebook dentro de un cuarto de
siglo según comentó su director de innovación. Puede que el modelo, sea ir
cambiando puesto de trabajo por empleabilidad, y con una caja registradora de
datos con conexión a internet nos posibilite, desarrollar una actividad remunerada
a distancia mientras estás haciendo castillos de arena con tus hijos… ¿Ayudaran
al cerebro las gafas de realidad virtual a engañar a las neuronas del corazón?
¿Sentirán éstas que estamos cerca cuando realmente estamos a miles de kilómetros?
Grandes retos a solventar con infinita
curiosidad, y dosis de practicidad, así que volvamos al antepenúltimo día
primaveral del año y sigamos creando. ¡Salud!
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